Instrucciones
para meditar en la visión de la vacuidad.
I-EL
RECUERDO DEL MAESTRO.
Sobre el asiento de la inmutable unión del método y la
sabiduría, se sienta el amable maestro quien es la naturaleza de todos los
refugios[1];
ahí está un Buda poseedor de un abandono y sabiduría perfectos.
Evitando cualquier pensamiento de defecto[2],
hazle una súplica con una percepción pura; no permitiendo que tu mente vague,
emplázala llena de admiración y de respeto, y manteniendo firme tu atención,
mantenla dentro de esa admiración y respeto.
II- EL RECUERDO DE LA MENTE DE LA ILUMINACIÓN[3].
En la prisión llena de sufrimiento de la ilimitada existencia
cíclica[4],
están vagando los seis tipos de seres sintientes[5]
quienes están privados de la felicidad; los padres y las madres que en el
pasado te protegieron con gran amabilidad, están allí.
Libre de apego y rechazo, medita en el amor y la compasión,
no dejando que tu mente vague, emplázala en la compasión; no perdiendo nunca tu
atención, mantenla dentro de la compasión.
III- EL RECUERDO DE TU CUERPO COMO UN CUERPO DIVINO.
En la mansión divina del gran gozo, tan agradable, mora el
cuerpo divino el cual es tu propio cuerpo hecho de los agregados puros y los constituyentes;
allí está una deidad inseparable con los Tres Cuerpos[6].
No concibiéndote como un ser ordinario, practica el orgullo divino y la
apariencia vívida. No permitiendo que tu mente vague, emplázala en lo profundo[7]
y lo manifestado[8], no
perdiendo nunca tu atención, mantenla siempre dentro de lo profundo y lo
manifiesto.
IV- EL RECUERDO DE LA VISIÓN DE LA VACUIDAD.
A través del círculo de la aparición y causación de los
objetos de conocimiento, la luz clara, lo último, lo cual es la realidad,
interpenetra todo el espacio y existe como una forma inexpresable de existencia
de los objetos. Abandonando las conceptualizaciones, contempla la naturaleza de
inmaculada vacuidad[9]; no
permitiendo que tu mente vague, emplázala en la realidad[10],
no perdiendo nunca tu atención, mantenla dentro de la realidad.
En el cruce de carreteras de las diversas apariencias y de
las seis consciencia[11],
es vista la confusión de los fenómenos duales carentes de base; allí están los
espectáculos ilusorios de un mago engañador. No pensando en ellos como reales,
observa su naturaleza vacía; no permitiendo que tu mente vague, emplázala en la
apariencia y la vacuidad, no perdiendo nunca tu atención, mantenla dentro de la
apariencia y vacuidad.
Estas instrucciones
sobre la visión de la vacuidad para alguien que utilice los Cuatro Recuerdos,
los cuales son las instrucciones especiales otorgadas por el Sagrado Mañjughosa
a Tsongkhapa, un Rey del Dharma, fueron compuestas por el monje budista Losang
Kelzang Gyatso, para su propio beneficio y el beneficio de otros, estableciendo
las predisposiciones para la visión correcta.
Traducido y anotado por el ignorante y falto de devoción
upasaka Losang Gyatso. Editado a 28/11/2015.
[1]
La naturaleza del lama o gurú es la de los tres refugios del nivel de Sutra:
Buda, Dharma, y Sangha; y en Tantra la de los tres refugios Tántricos: Lama,
Yidam, y dakinis.
[2] Con
respecto al lama.
[3] Bodhicitta.
[4] Samsara.
[5]
Los seres infernales, fantasmas hambrientos, animales, humanos, semidioses, y
dioses.
[6] El
Cuerpo de la Verdad o Dharmakaya; el Cuerpo del Goce o Sambhogakaya, y el
Cuerpo de Emanación o Nirmanakaya.
[7] La
vacuidad.
[8] Lo
aparente.
[9]
De todos los fenómenos, los cuales son mera vacuidad, carentes de cualquier
existencia inherente.
[10] La
talidad, las cosas tal como son, en su vacuidad.
[11] Las
consciencias del ojo, oído, nariz, lengua, tacto, y mente.