domingo, 30 de enero de 2011

SUTRA Sobre la Profunda Amabilidad de los Padres y la Dificultad de Pagárselo

Esto he oido: una vez, el Buda moraba en Sravasti, en la Arboleda de Jeta, en el jardín del Benefactor de Huerfanos y el Solitario, junto con una reunión de grandes monjes, mil doscientos cincuenta en total, y junto con todos los bodhisattvas, treinta y ocho mil en total.
En ese tiempo, el Honrado por Todo el Mundo lideraba a toda la asamblea en un paseo hacia el Sur. De repente, encontraron una pila de huesos a un lado del camino. El Honrado por Todo el Mundo, giro su cara hacia ellos, apoyó sus cinco dedos en la tierra, y se postró respetuosamente.
Ananda juntó sus manos, y preguntó al Honrado por Todo el Mundo: " El Tathagata es el Gran Maestro de los Tres Reinos, y el compasivo padre de los seres de los cuatro tipos de nacimientos. Tiene el respeto y reverencia de toda la asamblea. ¿Cuál es la razón de que ahora se postre ante una pila de huesos secos?"
El Buda le dijo a Ananda:" Aunque todos vosotros habéis sido mis discípulos más próximos, y habéis sido miembros de la comunidad durante mucho tiempo, aún no habéis conseguido un perfecto entendimiento. Esta pila de huesos pudo haber pertenecido a mis ancestros de anteriores vidas. Pueden haber sido mis padres en muchas vidas pasadas."
El Buda continuó hablándole a Ananda:" Estos huesos que estamos viendo pueden ser divididos en dos grupos. Un grupo está compuesto por huesos de hombre, que son pesados y blancos. El otro grupo está compuesto por huesos de mujeres, que son ligeros y oscuros".
Ananda dijo al Buda:" Honrado por Todo el Mundo, cuando los hombres están vivos en el mundo, adornan sus cuerpos con túnicas, cinturones, zapatos y sombreros, de tal forma que claramente asumen una apariencia masculina; cuando las mujeres están vivas, se ponen cosméticos, perfumes, polvos y elegantes fragancias para adornar sus cuerpos, de tal forma que claramente asumen una apariencia femenina. Así que, una vez que hombres y mujeres mueren ¿Cómo quedan sus huesos?¿Qué es lo que los diferencia? Por favor, enséñanos como puedes distinguirlos"
El Buda contestó a Ananda:" Si cuando los hombres están en el mundo, ellos entran en los templos, escuchan las explicaciones de los Sutras y textos del Vinaya, mantienen la obediencia a las Tres Joyas, y recitan los nombres del Buda, entonces, cuando mueran, sus huesos serán pesados y de color blanco. La mayor parte de las mujeres en el mundo, tienen poca sabiduría, y están saturadas con la emoción. Ellas dan a luz y crian a los niños, sintiendo que ese es su deber. Cada niño necesita de la leche de su madre para vivir y alimentarse, y esa leche es la transformación de la sangre de la madre. Cada niño bebe mil doscientos galones de la leche de su madre. Porque eso seca el cuerpo de la madre mientras el niño toma la leche para alimentarse, la madre llega a estar cansada y ojerosa, y así sus huesos se tornan oscuros de color, y son ligeros de peso.
Cuando Ananda oyó estas palabras, sintió pena en su corazón,como si hubiera sido apuñalado, y lloró en silencio.
Dijo al Honrado por Todo el Mundo:"¿Cómo se puede pagar la amabilidad y virtud de la madre?"
El Buda dijo a Ananda:" Escucha bien, y te lo explicaré en detalle. El feto se desarrolla en el vientre de la madre durante diez meses lunares.¡Qué amarguras experimenta ella mientras él está allí!. En el primer mes de preñez, la vida del feto es tan precaria como una gota de rocío sobre la hierba, que no debiera de durar desde la mañana a la tarde, sino que se evapora a medio día. Durante el segundo mes lunar, el embrión se cuaja como la cuajada; en el tercer mes es como la sangre coagulada. Durante el cuarto mes de embarazo, el feto comienza a tener una ligera forma humana. Durante el quinto mes en el vientre, los cinco miembros del niño-las dos piernas, los dos brazos y la cabeza- comienzan a tomar forma. En el sexto mes lunar de embarazo, el niño comienza a desarrollar la esencia de las seis facultades sensoriales: los ojos, oidos, nariz, lengua, cuerpo y mente. Durante el séptimo mes, los trescientos setenta huesos y uniones son formados, y los ochenta y cuatro mil poros capilares también son completados. En el octavo mes lunar de embarazo, el intelecto y las nueve aperturas son formadas. Durante el noveno mes, el feto ha aprendido a asimilar los diferentes nutrientes en los alimentos que come. Por ejemplo, puede asimilar la esencia de melocotones, peras y ciertas raíces de plantas, y las cinco clases de granos.
Dentro del cuerpo de la madre, los sólidos órganos internos usados para almacenar, se desarrollan hacia abajo, mientras que los órganos internos huecos, utilizados para procesar, van hacia arriba en espiral. Estos pueden ser comparados a tres montañas que surgen de la superficie de la tierra. Podemos llamar a esas montañas Monte Sumeru, Montaña del Karma, y Montaña de la Sangre. Estas montañas gemelas están juntas, y forman una única cordillera en un modelo de altos picos y profundos valles. De igual forma, la coagulación de la sangre materna en sus órganos internos, forma una substancia única, que llega a ser la comida del niño.
Durante el décimo mes de preñez, el cuerpo del feto es completado, y está listo para nacer. Si el niño es extremadamente filial, emergerá con las palmas juntas en muestra de respeto, y el nacimiento del niño será pacífico y auspicioso. La madre permanecerá sin daño alguno a causa del parto, y no sufrirá dolor.
En cambio, si el niño es extremadamente rebelde por naturaleza, hasta el punto de que es capaz de cometer los cinco actos malvados, entonces injuriará el vientre de su madre, apartará el corazón y el hígado de su madre, o quedará enganchado en los huesos de su madre.
El alumbramiento se sentirá como la tajada de mil cuchillos, o como diez mil espadas apuñalando su corazón. Estas son las agonías que ocurren en el alumbramiento de un niño rebelde y retador.
Para explicarlo más claramente, hay diez tipos de amabilidad de la madre para con el niño.
El primero es la amabilidad de darle protección y cuidado mientras el niño está en el vientre materno.
El segundo es la amabilidad de soportar el sufrimiento durante el parto.
El tercero es la amabilidad de olvidar todas las penas, una vez que el niño ha nacido.
El cuarto es la amabilidad de comer ella lo amargo, y reservar lo dulce para el niño.
El quinto es la amabilidad de transladar al niño a un lugar seco, acostándose ella en la zona húmeda.
El sexto es la amabilidad de darle el pecho para alimentarle y posibilitarle el crecer.
El séptimo es la amabilidad de lavarle la suciedad.
El octavo es la amabilidad de estar siempre pensando en el niño cuando este viaja lejos de casa.
El noveno es la amabilidad del sincero cuidado y devoción.
El décimo es la amabilidad de la mayor compasión y simpatía.

1) LA AMABILIDAD DE DARLE PROTECCIÓN Y CUIDADO MIENTRAS EL NIÑO ESTA EN EL VIENTRE MATERNO.

Las causas y condiciones de acumular mérito durante kalpas van tomando forma, hasta que el niño termina en el vientre de su madre; conforme los meses pasan, se desarrollan los cinco órganos vitales. En siete semanas los seis órganos de los sentidos comienzan a crecer; el cuerpo de la madre se vuelve pesado como una montaña. La quietud y los movimientos del feto son como el efecto de un temporal. Las finas prendas de su madre tardarán en lucirse de forma adecuada, y su espejo se cubre de polvo.

2) LA AMABILIDAD DE SOPORTAR EL SUFRIMIENTO URANTE EL PARTO.

El embarazo dura diez meses lunares, y culmina en la dificil tarea del alumbramiento. Mientras tanto, cada mañana, la madre se siente seriamente enferma, y durante cada día está somnolienta y pesada. Su miedo y ansiedad son difíciles de describir, pena y lágrimas llenan su pecho; con pena le dice a su familia que lo único que teme es que la muerte la ronda.

3) LA AMABILIDAD DE OLVIDAR TODA LA PENA UNA VEZ QUE EL NIÑO HA NACIDO.

En el día en que las compasivas madres dan a luz al niño, sus cinco órganos quedan abiertos por completo, dejándola completamente exhausta de cuerpo y mente. La sangre mana como de un cordero acuchillado, aún así, apenas oye que el niño está bien y sano, ella se sobrepone con gran gozo; pero tras este gozo, el desgarro vuelve, y la agonía la sacude fuertemente en su interior.

4) LA AMABILIDAD DE COMER ELLA LO AMARGO Y RESERVAR LO DULCE PARA EL NIÑO.

La amabilidad de ambos padres es profunda y sincera. Su cuidado y devoción nunca cesan. Sin descanso, la madre guarda lo más dulce para su niño, y sin quejarse toma lo amargo para ella. Su amor es inmenso, y su sentimiento es difícil de describir. Su amabilidad es sincera, y así es su compasión. Con el único deseo de que su niño esté lleno, la compasiva madre no habla de su propia hambre.

5) LA AMABILIDAD DE TRANSLADAR AL NIÑO A UN SITIO SECO, ACOSTÁNDOSE ELLA EN LA HUMEDAD.

 La madre está deseando estar en la humedad, con tal de que su niño esté en un sitio seco. Con sus dos pechos, satisface su hambre y su sed; cubriendolo con sus mangas, lo proteje del viento y del frio. Por cuidarlo, su cabeza raramente descansa en la almohada, y aún así, hace esto sintiéndose feliz, durante el  tiempo que haga falta, para que el niño esté confortablemente. La madre no busca nada para ella.

6) LA AMABILIDAD DE DARLE AL NIÑO SU PECHO, ALIMENTARLO Y HACERLE CRECER.

La madre es como la gran tierra, el padre severo es como el cielo que la rodea; uno cubre desde arriba, el otro da soporte desde abajo. Asi es la amabilidad de los padres. No conocen el odio o el enfado para con su retoño, y no se encuentran disgustados, incluso en el caso de que el niño haya nacido con alguna deficiencia. Después de que la madre lleve a su niño en el vientre y dé a luz, los padres lo cuidarán y protejerán juntos hasta el fin de sus días.

7) LA AMABILIDAD DE LAVAR LA SUCIEDAD.

Primeramente ella tenía un hermoso rostro y un bello cuerpo, su espíritu era fuerte y vibrante; sus ojos eran como verdes mariposas, y su figura haría avergonzarse a una rosa roja. Aunque el limpiar la suciedad dañara su figura, la amable madre actúa solo por el bien de sus hijos e hijas, y en ese deseo deja que su belleza desaparezca.

8) LA AMABILIDAD DE PENSAR SIEMPRE EN EL NIÑO CUANDO VIAJA LEJOS.

La muerte de los seres queridos es difícil de soportar, pero la separación también es penosa. Cuando el niño viaja lejos, la madre se aflije en el pueblo; desde la mañana a la noche, su corazón está con su niño, y miles de lágimas caen de sus ojos. Como el mono llorando en silencio de amor por su hijo, poco a poco su corazón se rompe.

9) LA AMABILIDAD DEL SINCERO CUIDADO Y DEVOCIÓN.

¡Qué fuerte es la amabilidad y dedicación de los padres!
Su amabilidad es sincera y difícil de pagar. Gustosos tomarían el sufrimiento para beneficio de su hijo.Si el hijo se fatiga, los padres están preocupados. Si oyen que ha viajado lejos, temen que haya tenído que acostarse con frio. Incluso una pena momentánea sufrida por sus hijas o hijos, causará a los padres un buen disgusto.

10) LA AMABILIDAD DE LA MAYOR COMPASION Y SIMPATIA.

La amabilidad de los padres es profunda e importante. Su tierno cuidado nunca cesa; desde el momento en que se levantan cada día, sus pensamientos están con sus hijos. No importa que los hijos estén cerca o lejos, los padres siempre piensan en ellos. Incluso si una madre vive durante cien años, constantemente estará preocupada por su hijo ¡de ochenta años!

¿Queréis saber cuándo se acaba esta amabilidad y amor? No empieza a disiparse hasta que la vida se acaba."

El Buda dijo a Ananda:"Cuando contemplo a los seres vivos, veo que aunque han nacido como humanos, a pesar de ello, son estúpidos y torpes en sus pensamientos y acciones. No consideran la gran amabilidad y virtud de sus padres. Son irrespetuosos, y vuelven sus espaldas a esa amabilidad y a lo que es correcto. Carecen de humanidad, y no tienen ni amor filial, ni respeto. Durante diez meses, mientras la madre está con el niño dentro, se siente incómoda. Cada vez que se levanta, es como si estuviera levantando una pesada carga. como un inválido crónico, es incapaz de mantener la comida y la bebida dentro.
Cuando los diez meses han pasado, y ha llegado la hora del parto, sufre todo tipo de penas y sufrimientos para que el niño pueda nacer.
Teme su propia muerte como un cerdo o cordero que este esperando su sacrificio. Entonces la sangre cae al suelo. Estos son los sufrimientos que ella soporta.
Una vez que el niño ha nacido, guarda lo dulce para él, y toma lo que es más amargo para ella. Transporta al niño y lo alimenta, lavando su suciedad. No hay fatiga ni dificultad que ella no soportara por el bien de su hijo. Afronta el frio y el calor, y nunca menciona tan siquiera lo que estaba pensando. Pone al niño en lugar seco, y duerme ella misma en la inmundicia. Durante tres años, alimenta al niño con leche, que es transformada a partir de la sangre de su propio cuerpo.
Los padres continuamente instruyen y guían a sus hijos por el camino del decoro y la moralidad, de forma que los jóvenes se conviertan en adultos. Arreglan matrimonios para ellos, y los dotan de propiedades y riquezas, o de medios para lograrlas.
Cogen esta resposabilidad y este problema con tremendo celo y fatiga, no hablando nunca de su dedicación y amabilidad.
Cuando un hijo o hija enferma, los padres están preocupados y temerosos, hasta el punto de que pueden enfermar ellos mismos. Permanecen al lado del hijo prodigándole constantes cuidados, y solo cuando el hijo está bien, los padres vuelven a estar felices. De esta forma cuidan y velan por sus hijos, con la esperanza de que sus vástagos pronto crezcan y se conviertan en adultos maduros.
¡Qué triste, que muy frecuentemente los hijos no sientan afecto filial en pago!
Estoy hablando de padres a quienes deberían honrar, en cambio los hijos no demuestran ningún cumplimiento.
Cuando debieran de ser educados, no guardan las formas debidas.
Miran ferozmente a quienes debieran de venerar, e insultan a sus tíos y tías. Regañan con sus hermanos y destruyen cualquier sentimiento familiar que pudiera existir entre ellos. Hijos como esos no tienen ningún respeto, ni ningún sentimiento de decoro.
Los hijos pueden ser bien enseñados, pero si carecen de amor filial, no harán caso de las enseñanzas, ni obedecerán las reglas. Raramente confiarán en el consejo de sus padres. Son rebeldes, y están enfrentados con sus hermanos. Marchan y vuelven a casa sin decirles nada a sus padres. Su lenguaje y acciones son muy arrogantes, y actúan implusivamente sin consultar a otros. Estos hijos ignoran las regañinas y los castigos impuestos por sus padres, y no prestan atención a las advertencias de sus tíos. Al mismo tiempo, son inmaduros, y siempre necesitan estar cuidados y protegidos por sus mayores.
Cuando estos hijos crecen, se van haciendo más y más obstinados e incontrolados; son completamente desagradecidos y con actitud hostil. Son desafiantes y detestables, rechazando familia y amigos. Se hacen amigos de gente malvada, y bajo su influencia pronto adoptan el mismo tipo de hábitos. Llegan a tomar lo que es falso por cierto. Tales chicos, pueden ser atraidos por otros para que abandonen sus familias y se vayan lejos, a vivir en otras ciudades, abominando de sus padres y rechazando su ciudad natal. Pueden llegar a ser comerciantes o funcionarios que languidecen en el confort y la lujuria. Pueden casarse de prisa, y esa nueva unión les representa un nuevo obstáculo que les impide volver a casa durante largos periodos de tiempo. O también, habiendo ido a vivir a otras ciudades, estos chicos pueden ser incautos y ser objeto de alguna conspiración, o ser acusados de hacer algo malo. Pueden ser desafortunadamente, llevados a prisión. O pueden encontrarse enfermos y llegar a estar implicados en desastres y penurias, padeciendo el terrible dolor de la pobreza, el hambre y la demacración. Nadie cuidará de ellos, siendo despreciados y aborrecidos por los demás, serán abandonados en la calle. En tales circunstancias, sus vidas pueden llegar a su fin.
No habrá ningún hermano que intente salvarlos; sus cuerpos hinchados, putrefactos, expuestos al sol y arrastrados por los vientos. Los huesos blancos, completamente desintegrados y esparcidos, como esos chicos que fueron a recibir su descanso final en la inmundicia de alguna otra ciudad.
Esos chicos nunca tendrán una reunión feliz con sus padres y su familia. Nunca sabrán cómo sus ancianos padres lloraron y se apenaron por ellos. Los padres pueden volverse ciegos de tanto llorar, o enfermar de extremo dolor y desesperación. Viviendo constantemente con el recuerdo de sus hijos, pueden morir, pero incluso cuando se convierten en espectros, sus mentes aún permanecen atadas a ese apego, y serán incapaces de irse.
Otros, de entre estos hijos sin amor filial,quizá no aspiren a aprender, sino que se interesarán por extrañas y vistosas doctrinas.
Esos chicos pueden ser malvados, groseros y pertinaces; encontrando deleite en prácticas que son carentes de beneficio. Pueden llegar a involucrarse en luchas y robos, sintiéndose como algo extraño con respecto a la ciudad, debido a la bebida y el juego. Como si su libertinaje no fuera suficiente, arrastran consigo a sus hermanos, para mayor disgusto de sus padres.
Si estos hijos permanecen en el hogar, se van temprano a la mañana y no regresan hasta bien entrada la noche. Nunca preguntan por el buen estado de sus padres, ni se preocupan de asegurarse de si sufren debido al calor o al frio. No hacen preguntas después de las acciones meritorias de sus padres, a la mañana y a la tarde, ni tampoco en el primer y el quinceavo día del mes lunar. De hecho, nunca sucede el que estos hijos sin amor filial les pregunten a sus padres si han dormido bien, o si descansan plácidamente. Estos hijos simplemente no se preocupan lo más mínimo del bienestar de sus padres.
Cuando los padres de tales hijos llegan a la vejez, y su aparienca llega a ser cada vez más marchita y demacrada, hacen que sus padres sientan vergüenza de ser vistos en público, y son objeto de abusos y opresión. Estos hijos pueden acabar con un padre viudo o con una madre viuda. Los padres son dejados en casas vacías, sintiéndose como extraños en su propia casa. Pueden padecer hambre y frio, pero nadie se ocupa de su situación, Pueden llorar incesantemente desde la mañana a la noche, suspirando y lamentándose. Es cierto que los hijos deberían de proveer a sus padres ancianos con comida y bebida de deliciosos aromas, pero los hijos irresponsables están seguros de haber hecho más de lo que era su deber. Y si hacen algún intento de ayudar a sus padres de alguna forma, se creen en una situación embarazosa, y temen que la gente se va a reír de ellos. Sin embargo, tales vástagos pueden ser espléndidos repartiendo riquezas y comidas para sus esposas e hijos, sin tener en cuenta el esfuerzo y el cansancio que les ocasione el poder hacerlo. Estos hijos carentes de amor filial, pueden ser tan manejados por sus esposas, que cumplan todos sus deseos. Pero cuando ellas interceden por los padres y los mayores, ellos las ignoran y son completamente ajenos a sus súplicas.
Puede ocurrir el caso de que las hijas fueran bastante atentas con sus padres, antes de sus propios matrimonios, pero que se vuelvan progresivamente hostiles tras la boda. Esta situación puede ser tan extrema que si los padres muestran el más leve signo de contrariedad, las hijas llegan a odiarles y ser vengativas con ellos. Sin embargo, soportan las riñas y los golpes de sus maridos con dulce templanza, aunque sus esposos sean extraños con otros apellidos y otros lazos familiares. Los vínculos emocionales entre dichas parejas son enmarañados, y sin embrago estas hijas mantienen a sus padres a distancia. Pueden seguir a sus maridos y mudarse a otras ciudades, abandonando a sus padres por completo. No hacen nada más por ellos, simplemente cortan toda comunicación. Cuando los padres continúan largo tiempo sin oir ni una palabra de sus hijos, sienten una constante ansiedad. Pueden sentirse tan tensos con la pena, que es como si fuesen colgados con la cabeza para abajo. Todo su pensamiento es el de ver a sus hijos, justo como alguien que está sediento desea algo para beber. Sus amables pensamientos para  con sus descendientes nunca cesan.
La virtud de la amabilidad de los padres  de cada uno de nosotros es infinita e ilimitada. Si uno ha cometido el error de no ser un buen hijo ¡Qué difícil es de pagar esa amabilidad!"

En ese tiempo, tras oir al Buda hablar sobre la profundidad de la amabilidad de los padres de cada uno, todos en la Gran Asamblea se arrojaron al suelo, y comenzaron a golpear sus pechos, golpeándose hasta que la sangre brotó de todos sus poros. Algunos cayeron inconscientes al suelo, mientras que otros golpeaban el suelo con los pies con gran dolor. Pasó mucho tiempo hasta que pudieron controlarse. En voz alta se lamentaban:"¡Cuánto sufrimiento, qué sufrimiento, qué penoso, qué penoso! Todos nosotros somos ofensores, somos criminales que no hemos despertado, como aquellos que viajan en una noche oscura. Ahora hemos entendido nuestras ofensas, y nuestras tripas se rompen en pedazos.Tan solo esperamos que el Honrado por Todo el Mundo se apiade de nosotros y nos salve. Por favor, dinos como podemos pagar la profunda amabilidad de nuestros padres"

En ese tiempo, el Tathagata usaba ocho clases de profundos y puros sonidos para hablar a la Asamblea:"Todos deberíais de saber esto. Ahora os explicaré los distintos aspectos de este asunto.
Si hubiera una persona que llevara a su padre en su hombro izquierdo y a su madre en su hombro derecho, hasta que sus huesos cayeran a tierra convertidos en polvo a causa del peso, como cuando se abre un hueso para sacar la médula, y si esa persona circunvalara el Monte Meru durante cien mil kalpas, hasta que la sangre que brotara de sus pies cubriera sus tobillos, esa persona aún no habría pagado la extrema amabilidad de sus padres.
Si hubiera una persona que durante un kalpa de hambre y desnutrición, cortara la carne de su propio cuerpo para que comieran sus padres, e hiciera eso durante tantas veces como motas de polvo ha pisado durante cientos de miles de kalpas, esa persona aún no habría pagado la profunda amabilidad de sus padres.
Si hubiera una persona que para mantener a salvo a su padre y a su madre, usara un afilado cuchillo para su corazón e hígado, de tal forma que la sangre manase y cubriera la tierra, y así continuara de esta forma, haciéndolo durante cientos de miles de kalpas, aunque nunca se quejase ni tan siquiera una vez por el dolor, esa persona aún no habria pagado la profunda amabilidad de sus padres.
Si hubiera una persona que para salvar a sus padres, cogiera cien mil espadas y cortara su cuerpo con todas ellas a la vez, de tal forma que todas se entrecruzaran, y si continuase de esta forma, haciéndolo durante cientos de miles de kalpas, esa persona aún no habría pagado la profunda amabilidad de sus padres.
Si hubiera una persona que por salvar a sus padres golpeara sus huesos hasta llegar a la médula, y continuara así durante cientos de miles de kalpas, esa persona aún no habría pagado la profunda amabilidad de sus padres.
Si hubiera una persona que por salvar a sus padres tragara bolas de hierro fundido, y continuara de esta forma, haciéndolo durante cientos de miles de kalpas, esa persona aún no habría pagado la profunda amabilidad de sus padres."
En aquel tiempo, tras oír hablar al Buda sobre la amabilidad y la virtud de los padres, todos en la Gran Asamblea lloraron en silencio, y sintieron punzadas de pena en sus corazones. Reflexionaron profundamente; simultaneamente sintieron vergüenza, y le dijeron al Buda:" Honrado por Todo el Mundo, ¿Cómo podemos pagar la profunda amabilidad de nuestros padres?"

El Buda replicó:"Discípulos del Buda, si queréis pagar la profunda amabilidad de vuestros padres, escribid este sutra para su beneficio. Recitad este sutra para su beneficio. Arrepentíos de las transgresiones y ofensas en su beneficio. Para la salvación de vuestros padres, haced ofrendas a las Tres Joyas. Para la salvación de vuestros padres, mantened el precepto de la comida pura. Para la salvación de vuestros padres, practicad la dádiva y cultivad las bendiciones. Si eres capaz de hacer estas cosas, eres un hijo con amor filial. Si no haces estas cosas, eres una persona destinada a los infiernos"

El Buda dijo a Ananda:"Si una persona carece de amor filial, cuando su vida termina y su cuerpo decae, caerá en la ausencia de espacio, en el Infierno del Avici. Este gran infierno tiene ochenta mil yojanas de circunferencia, y está rodeado por los cuatro lados por un muro de hierro. Por encima, está cubierto por redes de hierro, y el suelo también está hecho de hierro. Una gran cantidad de fuego cae ferozmente mientras ruge el trueno, y las chispas brillantes lo incendian todo.
Latón fundido y hierro líquido son vertidos sobre los cuerpos de los ofensores. Perros de latón y serpientes de hierro constantemente vomitan fuego y humo que abrasa a los ofensores, y asa su carne y grasa hasta que parece una pulpa.
¡Oh, qué sufrimiento, qué dificil de aguantar, qué dificil de soportar!
Hay palos, ganchos, pinchos y lanzas, cadenas de hierro, martillos de hierro, y leznas de hierro. Ruedas de cuchillos de hierro llueven desde el aire. El ofensor es cortado, hecho trizas, o apuñalado, y sigue así este cruel castigo sin descanso durante kalpas.
Entonces entran en los restantes infiernos, donde sus cabezas son coronadas con yelmos ardientes, mientras ruedas de hierro pasan sobre sus cuerpos, pasando horizontalmente y verticalmente, hasta que sus intestinos se abren, y sus huesos y carne son reducidos a pulpa. En un día, experimentan miríadas de nacimientos, y miríadas de muertes. Estos sufrimientos son el resultado de cometer los cinco actos malvados, o de no poseer  amor filial cuando uno está vivo".

En ese tiempo, tras oír al Buda hablar sobre la virtud de la amabilidad de los padres, todos en la Gran Asamblea lloraron con pesar, y dirigiéndose al Tathagata, dijeron:"En este día ¿Cómo podemos pagar la profunda amabilidad de los padres?"

El Buda dijo:"Discípulos del Buda, si deseáis pagar su amabilidad, entonces por la salvación de vuestros padres, imprimid este Sutra. Si uno puede imprimir una copia, entonces llegará a ver a un Buda. Si uno puede imprimir diez copias, entonces llegará a ver a diez Budas. Si uno puede imprimir cien copias, entonces llegará a ver a cien Budas. Si uno puede imprimir diez mil copias, entonces llegará a ver a diez mil Budas. Este es el poder que se origina cuando la gente buena imprime Sutras. Todos los Budas protegerán siempre a esa gente con su amabilidad, y podrán inmediatamente causar que sus padres renazcan en los cielos, para poder disfrutar de todo tipo de felicidad, y abandonar los sufrimientos de los infiernos".

En ese tiempo, Ananda y el resto de la Gran Asamblea, los asuras, garudas, kinnaras, mahoragas, gente, no gente, y otros, como los dioses, dragones, yakshas, gandharvas, sabios reyes gobernantes del mundo, y todos los reyes menores, a todos se les erizaron los vellos de su cuerpo, cuando oyeron lo que el Buda había dicho. LLoraron con gran dolor, y eran incapaces de parar.
Cada uno hizo un voto, diciendo:"Todos nosotros, desde ahora hasta el final de los límites del futuro, preferiríamos mejor que nuestros cuerpos fuesen pulverizados en pequeñas partículas de polvo, durante cien mil kalpas, que ir contra lo que el Tathagata está enseñando sabiamente; preferiríamos que nuestras lenguas fuesen arrancadas, y que esto ocurriera para cubrir una extensión de una yojana, y que durante cien mil kalpas un arado de hierro corriera sobre ellas; quisiéramos más tener una rueda  de cien mil cuchillos girando libremente sobre nuestro cuerpo, que ir contra las enseñanzas sabiamente dadas por el Tathagata. Preferiríamos que nuestros cuerpos fueran atrapados en una red de hierro durante cien mil kalpas, que ir contra las enseñanzas sabiamente dadas por el Tathagata. Preferiríamos que durante cien mil kalpas nuestros cuerpos fueran cortados, despedazados, mutilados, y troceados en diez millones de pedazos de forma que nuestra piel, carne, articulaciones y huesos fueran completamente desintegrados, antes que ir contra las enseñanzas sabiamente dadas por el Tathagata"

En ese tiempo, Ananda, con dignidad y sensación de paz, se levantó de su asiento y preguntó al Buda:"Honrado por Todo el Mundo, ¿Qué nombre tendrá este Sutra cuando lo practiquemos y defendamos?"
El Buda dijo Ananda:" Este Sutra se llama el Sutra Sobre la Profunda Amabilidad de los Padres y la Dificultad de Pagárselo. Usa ese nombre cuando lo practiques y defiendas".
En ese tiempo, la Gran Asamblea, los dioses, humanos, asuras, y otros, oyendo lo que el Buda había dicho, estaban completamente deleitados. Lo creyeron, lo recibieron, y prometieron que su conducta sería de acuerdo a ello, y entonces se postraron y se retiraron.


Trad, castellano por el ignorante y falto de devoción upasaka Losang Gyatso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario