2.2.1.2.2 La moralidad ética de la acumulación de
factores virtuosos.
Tiene tres partes.
2.2.1.2.2.1. La instrucción breve.
“El bodhisatva, posteriormente a emprender
la moralidad ética del voto acumula con su cuerpo y habla todo lo que es
virtuoso para lograr la suprema Iluminación, todo lo cual es llamado,
resumiendo, la moralidad ética de la acumulación de factores virtuosos.”
La frase “habiendo
emprendido la moralidad ética del voto” aparece en muchos textos.
Con respecto a esto hay tres
puntos: 1) el tiempo: “posteriormente a” se dice para
indicar la creación, mantenimiento, e incremento de los factores virtuosos solo
en alguien que mantiene la moralidad ética, puesto que, tal como dice en las
escrituras, “cualquier clase de factor que sea virtuoso se da observando la
moralidad ética.”
El sentido de esto es que
tras haberte comprometido con el voto del bodhisatva, deberías de volcarte en
la acumulación de todo aquello que es virtuoso. Además, deberías de basarte en
la “moralidad
ética del voto” previa. 2) el objetivo: “para lograr la
suprema Iluminación” en referencia a traer la madurez, en tu propio
continuo mental, los factores de la budeidad. Por tanto, la acumulación de
virtud es el soporte para la maduración del continuo mental de uno, mientras
que conseguir el bienestar de los seres lleva a los demás a la maduración. Esa
es la diferencia. 3) la definición o naturaleza esencial: “acumula
con su cuerpo y habla.” La mente no está mencionada, según sugieren
otros comentarios, porque el contexto es la acumulación de raíces de virtud, y
esta moralidad ética es algo que tiene que ver con el cuerpo y habla. Sin
embargo, en la explicación detallada (que irá a continuación), son mencionadas
diversas clases de actos virtuosos mentales, y en el comentario del Maestro
Gunaprabha está observado correctamente que lo mental no es mencionado porque
referirse al cuerpo y habla de hecho implica el impacto mental. La explicación
a los Veinte versos[1]
y el Comentario a la Lámpara en el camino[2],
presentan sistemas en los cuales la mente está presentada en el texto. Así,
tenemos la moralidad ética de acumular raíces de virtud con cada una de las
tres puertas[3], con dos
de ellas a la vez, y con las tres.
2.2.1.2.2.2. La explicación detallada.
Tiene ocho puntos.
2.2.1.2.2.2.1 Generando las tres clases de sabiduría.
“El bodhisatva confiando en la moralidad
y estando firmemente establecido en la
moralidad ética, se esfuerza con respecto a escuchar el sagrado Dharma,
buscando la sabiduría de la escucha. Partiendo de la escucha reunida, él se
esfuerza en la reflexión. Partiendo de esta, se involucra en la práctica de la
meditación que consiste de calma mental y de visión profunda. Además,
aislándose físicamente de la sociedad, y aislándose mentalmente de las
preocupaciones no virtuosas, viene el deleite en la soledad.”
“Deleite en la soledad” aparece en la explicación de los Veinte versos. “Calma mental” se refiere al
entrenamiento en la concentración; comprende la sabiduría de la escucha y la concentración.
“Visión
profunda” es el entrenamiento en la sabiduría. Ambos entrenamientos son
alcanzados basándose en la moralidad ética.
2.2.1.2.2.2.2. Reuniendo recursos en un campo
especial.
“Cuando ve a los maestros, él no les
hace desaires; se dirige a ellos diciendo alegremente: “Bienvenidos”; en otras
palabras, se dirige a ellos con respeto; postra su cuerpo ante ellos, y
levantándose, los provee de asiento; levantándose de su asiento, les rinde
respeto, esto es, se levanta con presteza; él los saluda, en otras palabras,
junta las palmas de sus manos; él les rinde un servicio respetuoso
atendiéndolos; él cuida empáticamente al enfermo atendiéndole en su enfermedad.”
Aquí están tres campos (afortunados
de mérito): los que han de ser asistidos, los maestros, y el sufrimiento. El
primero son los padres de uno, el segundo son los preceptores y maestros de
uno, el tercero son los enfermos. Son llamados “campos” porque, tanto para los
bodhisatvas monásticos como no monásticos, ellos constituyen las bases para la
creación de mérito.
2.2.1.2.2.2.3. Satisfacción en las buenas cualidades y
en sus poseedores.
“El da un: “¡Bien hecho!”, a la palabra
excelsa pronunciada, y a las alabanzas bien hechas a las Tres Joyas; él alaba a
las personas dotadas con las cualidades de la instrucción y demás; desde lo más
hondo de su corazón, él aprecia y describe con palabras las virtudes de todos
los seres.”
Además, sabiendo que alguien
es considerado por algunos otros como alguien digno de recibir ofrendas, si llegas
a apreciarlo, y eliminas tú propia envidia, aunque tú no hayas presentado las
ofrendas, conseguirás el mérito como si lo hubieras hecho. Y para cumplir con
aquellos que realizan buenas acciones, te regocijas de ellas como si las
hubieras hecho tú mismo.
2.2.1.2.2.2.4. Recurriendo a la paciencia.
“El investiga los daños que otros le han
hecho, los considera como hechos pasados y genera compasión, no enfadándose por
ello, y no devolviendo ningún tipo de daño.”
2.2.1.2.2.2.5. Dedicación y siembra de aspiraciones.
“Para que lo que ha sido hecho no se
pierda, y para generar diversas clases de mérito, las acciones virtuosas
realizadas con cuerpo, habla, y mente, y las que realizará, las dedica a la
suprema Iluminación; y para procurar inmensurables cualidades buenas, el planta
las diez aspiraciones explicadas en “Los diez niveles”[4] de
cuando en cuando, o la “Determinación de la buena conducta[5].”
2.2.1.2.2.2.6 Ofrenda a las Tres Joyas.
“Se hacen toda clase de ofrendas a las
Tres Joyas, tanto cosas materiales como realizaciones espirituales, y también
ofrendas extensas sin límite.”
2.2.1.2.2.2.7 Recurriendo a la vigilancia.
“El siempre está involucrado constantemente
con gran diligencia en la práctica de todo aquello que es virtuoso. Permanece
en un estado de atención mental en relación a las acciones de su cuerpo y
habla. Siempre tiene en mente los preceptos del entrenamiento, por medio del
recuerdo y la vigilancia. Guarda las puertas de las facultades, conoce la
moderación con respecto a la comida, se esfuerza en mantenerse despierto
durante la primera y la última parte de la noche[6], sirve a
los verdaderos seres espirituales, y confía en los maestros espirituales.”
2.2.1.2.2.2.8 Confesión.
“Y el oficia como su propio consejero,
investigando sus propias transgresiones, y comprendiendo las desventajas que
estás traerán en el futuro, por lo que las corrige aplicando el antídoto. Y los
errores y transgresiones cometidos él los confiesa ante los Budas y
bodhisatvas, si él tuviera la buena fortuna de encontrarlos, y en su ausencia
lo hace ante imágenes de los Budas y bodhisatvas, confesando sinceramente, y
haciendo lo mismo ante los compañeros que siguen la misma forma de Dharma.”
2.2.1.2.2.3 El significado
resumido.
“La moralidad ética que procura,
preserva, e incrementa las raíces de virtud, tales como estas, es conocida como
la moralidad ética de la reunión de raíces de virtud por parte del bodhisatva.”
“Procura” se refiere al crecimiento saludable, por ejemplo la
generación de los tres tipos de sabiduría. “Preserva” se refiere a no permitir
que lo que ha crecido se degenere, por ejemplo tener que recurrir a la
paciencia porque no desactivar un enfado destruiría las raíces de virtud que
hubieras acumulado. “Incrementa” se refiere a la difusión creciente, expansión, e
inflado, por ejemplo, por medio de la dedicación y de la siembra de raíces de
virtud.
2.2.1.2.3 Consiguiendo el bienestar de los seres.
“¿Qué es la moralidad ética del
bodhisatva de conseguir el bienestar de los seres? En resumen, debería de ser
entendida como poseyendo once modos. ¿Cuáles son los once modos? Es conseguida:
1a) ayudando a los seres con diversas actividades plenas de significado y 1b)
ayudando a los seres que están experimentado enfermedad u otras formas de
sufrimiento; 2) dando la instrucción adecuada bajo la forma de enseñanzas de
Dharma, y enseñando los métodos que tienen que ver con lo mundano y lo
transcendente; 3) devolviendo los favores de forma adecuada como modo de
expresar gratitud a los seres que te han ayudado; 4) protegiendo a los seres de
las diversas fuentes de peligro, tales como leones, tigres, reyes, ladrones,
agua, y fuego: 5) mitigando el dolor ocasionado por el infortunio en lo tocante
a las posesiones o familiares; 6) dando de forma adecuada medios de
subsistencia a aquellos seres que necesitan cosas que son medios de
subsistencia; 7) dirigiendo a un cuerpo de practicantes al proveerlos de un
lugar adecuado, acorde con el Dharma; 8) recibiendo comida, bebida, y similares
de otros aproximándose a ellos en el momento adecuado y conversando con ellos,
charlando con ellos, y complaciéndolos; hablando con otros de forma apropiada
sobre asuntos mundanos; yendo y viniendo en respuesta a las invitaciones de
otros, en resumen, actuando de forma acorde a las mentes de otros mientras se
evita toda clase de comportamientos desagradables y erróneos; 9) dando ánimos a
otros al alabar sus buenas cualidades, sea en privado o en público; 10)
llevando a cabo actos de censura bajo la forma de reprimendas, imposición de
castigos, o destierro con una mente interiormente afectiva y que mantiene la
actitud superior de querer el beneficio de esos seres al hacerlo con la
intención de apartarlos de todo aquello que no es virtuoso, y volverlos hacia
la oportunidad de realizar aquello que es virtuoso; y 11) haciendo que los
seres se aparten de lo no virtuoso utilizando los poderes milagrosos para
mostrarles directamente los estados desafortunados de los infiernos, etc.; y
ganando, complaciendo, y asombrando a los seres de forma que se dediquen a
practicar las enseñanzas del Buda.”
2.2.1.3. Las causas para su realización.
Tiene tres partes.
2.2.1.3.1 Las causas para su realización en la
moralidad ética del voto.
“¿Cómo hace el bodhisatva que está
establecido en la moralidad ética del voto para poseer la moralidad ética que
permanece en el autodominio correcto?”
Esto tiene diez puntos.
2.2.1.3.1.1. Siendo indiferente hacia los placeres
sensoriales del pasado.
“El bodhisatva renuncia a los placeres
de los sentidos más elevados para adoptar la vida monástica. Y habiendo
adoptado la vida monástica, ya no les presta más atención, considerándolos como
si fueran hierba o impurezas.”
Por cuanto que son deseables,
constituyen los “placeres de los sentidos.”
Es decir, son placeres de los sentidos que son cosas, o bienes, y son deseos
que son contaminados o “ansia”, por cuanto que ellos mismos
son el deseo. Aquí nos estamos refiriendo a lo primero.
Por otro lado, él ve que los
objetos de apego son vacíos, y los deja de lado sin prestarles atención, no
prestándoles más atención que a la hierba que ha sido desechada como si fuera
basura.
Además, él ve que aquellos
deseos conectados con el futuro son impurezas “podridas,” y ya no les
presta más atención, lo mismo que uno ya no es atraído por algo que está podrido,
lo cual ha sido abandonado por impuro.
Acorde a ello, uno primero
abandona los disfrutes de la vida en familia. Si aún les prestas ninguna clase
de atención, entonces aunque seas un monje, tu voto no será perfectamente puro.
Por tanto has de ser firme manteniendo el desapego. Es decir, tienes que
establecer la noción de acuerdo a los dos símiles explicados antes.
2.2.1.3.1.2 No deseando los placeres de los sentidos
del futuro.
“Si él no es célibe debido a la
aspiración a los disfrutes creados por el poder mágico de otros, incluyendo el
mundo de Mara, ¿Qué necesidad hay de mencionar el hacerlo para obtener otros
placeres diferentes de esos? Esta falta de aspiración hacia ello es como si él
no deseara entrar en una profunda espesura llena de tigres, leopardos, y
demás.”
Los deseos de placeres
sensoriales de los humanos fueron mencionados en el contexto del desagrado
hacia los placeres de los sentidos del pasado, pero no los de los dioses,
porque el contexto era el monástico, en el cual la cosa más importante es la
moralidad ética del voto, y en el reino de los dioses no existe la vida
monástica. Los placeres de los sentidos del reino de los dioses son mencionados
en el contexto de aspirar a ellos en el futuro, pero no son mencionados los
placeres humanos, porque el propósito es mostrar que uno no debería de aspirar
a los objetos de deseo en el futuro, y en cuanto a los objetos de deseo se
refiere, no hay nada más allá del reino de Mara.
Resumiendo, para que el voto
monástico sea completamente puro, o poseer el “autodominio correcto”,
uno no tiene que guardar el celibato esperando los placeres sensoriales del
futuro; no es suficiente con no aspirar a los placeres de los sentidos que ya
has desechado.”
2.2.1.3.1.3. No deseando los placeres del presente.
“El no gusta saborear los placeres de
los sentidos de la ganancia y el respeto, incluso el de los seres importantes
tales como reyes y ministros. ¿Qué necesidad hay de mencionar la ganancia y el
respeto de los seres comunes? Esto es
ver con entendimiento sabio la semejanza existente con degustar el vómito,
simplemente para ingerir comida.”
Lo más importante aquí es que
el celibato mantenido con la aspiración de conseguir placeres sensoriales en el
futuro funciona nada más que como un buen deseo, y no como el voto de la
liberación individual. Respecto a la moralidad ética del voto por parte del
laico resulta imposible mantenerlo sin que haya una renunciación a los objetos
de deseo previamente obtenidos, y sin desapego hacia ellos en el presente; pero
para el ordenado esta renunciación es una necesidad absoluta. Por consiguiente,
tu no poseerás “la moralidad ética que permanece en el autodominio correcto”
sin haber meditado en las desventajas de la existencia cíclica en general, y de
los deseos en particular, y haber invertido la idea de una recompensa futura,
tal como se ha dicho más arriba.
2.2.1.3.1.4. Disfrutando la vida en soledad.
“Disfrutar el estar aislado
físicamente, incluso cuando uno se encuentra en medio de mucha gente, y vivir manteniendo
una distancia de la preocupación con los deseos y demás.
Además, no queda satisfecho con la
moralidad ética, sino que basado en ella, él se esfuerza en conseguir las
concentraciones limitadas del bodhisatva y, una vez conseguidas, se esfuerza en
alcanzar las soberanías.”[7]
Esto muestra que no hay
moralidad ética exitosa cuando estás satisfecho con la mera moralidad, y no se
buscan las cualidades superiores.
2.2.1.3.1.5. La pureza perfecta de habla, y el cuidado.
“Incluso cuando está en medio de gente
él no se involucra en conversaciones sin sentido, en conversaciones impuras.
Incluso cuando more en soledad, el está bien controlado a la hora de no generar
el menor deseo de involucrarse en conversaciones relacionadas con el deseo y
demás, faltas de significado. En las raras ocasiones en las que no hay atención
mental, considera inmediatamente las desventajas, y nace en él un fuerte
arrepentimiento. Si esto se hace de forma continua, dependiendo de ello, tan
pronto como algo carente de significado aparece en su habla o mente, se activa
la atención mental, se genera la idea de no volver a hacerlo, y él se aparta de
ello. Con la familiaridad en el apartarse, surgirá una falta de disfrute en ser
indulgente en estos dos temas, igual al disfrute anterior en ellos.”
Es decir, las dos ideas son
como un cambio de ropa. Para esforzarse en que esto no ocurra en primer lugar,
y para considerar las desventajas en caso de que ocurra, en vez de decidir no
pensar en absoluto en ello y después generar un fuerte arrepentimiento, cambiando
así las bases de tus ideas desde lo anterior a lo posterior, se previene lo que
no debiera de ser hecho, lo cual es el consejo supremo para completar la
purificación de la moralidad ética.
2.2.1.3.1.6. No subestimarse uno mismo.
“Las tres clases de moralidad ética de
aquellos que han alcanzado los niveles son vastos y sublimes; las bases de
entrenamiento son inmensurables, y transcienden la enumeración; son
inconcebibles y no son objeto de razonamiento lógico; son practicados durante
eones más allá de lo concebible, o durante extensos periodos de tiempo de
progreso que no son a corto plazo; actos con el cuerpo y demás que son
extremadamente difíciles de llevar a cabo, y que otros son incapaces de
realizar. Estar acobardado y temeroso al oír estas cosas, y pensar: “Yo no
puedo hacerlo”, es subestimarse
uno mismo. El pone fin a eso. ¿Cómo lo para? El se anima pensado: “Como
humanos, ellos han llegado a poseer esos entrenamientos gracias a entrenarse en
ellos gradualmente, aunque no pudieran poseerlos desde el principio. También
yo, si no cejo en mi esfuerzo en el entrenamiento gradual, llegaré a obtenerlos
sin duda.”
Escuchar en esas bases de
entrenamiento inmensurables, y negarlos, pensado: “¿Quién es capaz de
entrenarse de ese modo?”; y abandonarlos pensando: “Pueden pertenecer a otros
bodhisatvas, pero no son para mí,” es un gran obstáculo para el incremento de la
actitud de uno. Por tanto, tal como ha sido explicado, el pone freno a la depresión, y hace todo esfuerzo
necesario para ser capaz de poner en práctica lo real. Aquellos que no poseen
la habilidad deberían de desarrollar una gran cantidad de energía, pensando:
“En el futuro, yo también me entrenaré de esa forma”, preparándose por medio de
acumular las causas para ello, y haciendo grandes propósitos.
2.2.1.3.1.7. La ternura.
“El se preocupa de sus propias faltas,
no de las de otros, sin crear sufrimiento.”
Objeción: “¿Son permitidas las faltas de otros?” No es así,
pues:”El
genera compasión, viéndolos como esclavos de las aflicciones.”
Se genera así, pensado:”No es la falta esta persona. El ha sido dejado sin
ayuda por las aflicciones.”
“No genera enemistad ni resentimiento
hacia aquellos que son violentos e inmorales, generando una gran simpatía hacia
ellos, y además de eso, genera un deseo actuar.”
Genera el correspondiente
pensamiento de la iluminación en cada caso, pensando: “Tan pronto como él no
esté más bajo el poder de las impurezas, él alcanzará la suprema
Iluminación.” Y desea convertirse en su
guía espiritual.
2.2.1.3.1.8. La paciencia.
“El no llega a enfadarse porque ha sido
golpeado por otro con la mano, un terrón de tierra, porra, arma, o similar.
¿Cómo podría entonces pronunciar una mala palabra, o dar una bofetada?”
Por consiguiente, él purifica
mente, palabra, y cuerpo, respectivamente.
Si él soporta un gran daño
recibido de esta forma, ¿Qué necesidad hay de mencionar que él no haría nada
que resultara en sufrimiento mental asociado a un daño, como el regañar
inútilmente a otra persona, el abuso verbal asociado al enfado, o la amenaza
de: “¡Espera!”?
Eso es lo que aparece en el
comentario atribuido a Samudramegha.
En el texto dice: “¿Qué
necesidad hay de mencionar los dolorosos daños leves provenientes de ser
regañado, del enfado, y del reproche? “ Esto quiere decir que si no
genera enfado en base a ser golpeado, ¿Qué necesidad hay de mencionar su
respuesta ante estos? El demuestra que su mente no se altera debido a las
ofensas leves recibidas de otros, y que posee las cuatro cualidades de una
persona religiosa.
2.2.1.3.1.9. La atención mental
“Existen cinco aspectos para la atención
mental: uno que tiene que ver con el pasado, uno que tiene que ver con el
futuro, uno que tiene que ver con el presente, uno que debería de ser practicado
antes, y otro que debe de ser practicado al mismo tiempo. Estos son
respectivamente: 1) remediar las faltas del pasado de acuerdo al Dharma; 2)
pensar seriamente en actuar así en el futuro; 3) actuar en el presente sin
olvido; 4) pensar más conscientemente, así: “He de vivir y actuar de forma que
las faltas no se desarrollen; y 5) basándose en esto último, vivir y actuar de
esta manera”
Esto es, principalmente, el
cuidado de las bases del entrenamiento que es tomado en los votos de la
liberación individual.
Entre estos cinco, el cuarto
es la raíz; donde se encuentre, será creado el quinto, mientras que en los
casos raros en los cuales no ha sido creado, y se ha producido una falta, será
tratado de forma adecuada acorde al Dharma.
2.2.1.3.1.10 Pureza de vida y de la forma de ganarse
la vida.
Estos están combinados en uno. “La
pureza de vida o conducta, no obstante, está constituida por un grupo de
factores, como son no mostrar las virtudes de uno con el deseo de perseguir la
fama; no ocultar, sino dar a conocer los defectos propios; estar satisfecho
fácilmente, no sintiéndose infeliz con una ganancia inferior o escasa; estar
contento, no estando demasiado preocupado ante la perspectiva de obtener algo
bueno y abundante; siendo paciente cuando se afrontan los sufrimientos tales
como el frio, hambre, y sed; no sintiéndose afligido por la infelicidad de no
obtener lo que uno quiere; manteniendo disciplinadas las facultades de uno; no
siendo frívolo, debido a que uno permanece calmo; permaneciendo firme pues uno
no persigue los objetos de los sentidos; siendo calmado en el comportamiento,
con posiciones atractivas y atención sabia. La pureza de la forma de ganarse la
vida está constituida por el hecho de estar libre de las cinco formas
incorrectas de ganarse la vida, que son la hipocresía y el resto”[8].
El Maestro Gunaprabha explica
que uno puede haber tomado el voto, pero no estar “bien controlado”, por seis
razones: estar satisfecho con el voto de la moralidad ética solo, el habla
impura con una motivación degradante, subestima, no soportar a los seguidores
de uno, no enmendar las faltas de uno, y el modo de vida y la forma de ganarse
la vida impuras.
La primera tiene dos partes:
1) el cuerpo y la palabra pueden estar controlados, pero el pensamiento puede
no estarlo al no apartarse de los deseos de los tres tiempos; 2) el pensamiento
puede estar controlado, pero no hay deseo de alcanzar la concentración
meditativa sobre la cumbre de la moralidad ética.
“No soportar a los seguidores
de uno” se refiere a dejar de practicar la paciencia, que es la que sigue a la
moralidad ética.[9]
[1] De
Chandragomin.
[2] El auto
comentario de Atisha a su Bodhipathapradīpa.
[3] Cuerpo,
habla, y mente.
[4] Dasabhumika Sutra, del Avatamsaka.
[5] Bhadracarya-pranidhāna,
del Avatamsaka.
[6]
Dividiendo la noche en tres periodos de tiempo iguales.
[7] Vasitā.
Son diez: 1)la soberanía o dominio sobre la duración de la vida (āyuh-vasitā);
2) sobre la mente (ceto-vasitā); 3) sobre las pertenencias
personales (pariskāra-vasitā);
4) sobre el karma (karma-vasitā); 5)sobre el nacimiento (utpatti-vasitā),
6) sobre la aspiración (Adhimukti-vasitā); 7) sobre los votos (pranidhana-vasitā);
8) sobre los poderes milagrosos (rddhi-vasitā); 9) sobre el Dharma (Dharma-vasitā);
10) sobre el conocimiento (jñana-vasitā).
[8] Son:
hipocresía, adular, insinuar para obtener algo, extorsión, y buscar
aprovecharse de las posesiones de otros.
[9] La
perfección de la paciencia es la que sigue a la perfección de la moralidad
ética. Indicaría una falta de paciencia para con los seguidores de uno.