2.2.3.1.2.2.1.3. Las contradicciones a la paciencia.
Tiene tres partes: devolver el
abuso, no detener el flujo del estado, no mantener la paciencia como antídoto.
2.2.3.1.2.2.1.3.1. Devolver el abuso.
Reaccionar
insultando ante un insulto, y cosas similares.[1]
La falta de estar sin las cuatro
cualidades de una persona religiosa, es impureza.
“Insulto” es regañar
enfadado. Incluido en “cosas similares”, están devolver “enojo por enojo”,
las palabras desagradables con la intención de implementar el enfado; “devolver
golpe por golpe”, el golpear con la intención de causar daño; “devolver
reparos por reparos,” devolver críticas y demás.
2.2.3.1.2.2.1.3.2. No detener el flujo del enfado.
Tiene dos puntos: no parar el
enfado de otros, no parar el enfado de uno.
2.2.3.1.2.2.1.3.2.1. No parar el enfado de otros.
Ignorar
a aquellos que están enfadados.[2]
Hayas hecho una ofensa a alguien, o no
la hayas hecho, la otra persona sospecha que tú lo has hecho, si no te
disculpas de una manera adecuada, con un pensamiento de enemistad que es
predominantemente envidia, o movido por un orgullo que es vergüenza de
humillarte, entonces es contaminado. Si dejas de hacerlo así con las otras dos
actitudes, y sin cuidado, es una falta que no es impureza.
No hacerlo así no resulta en
transgresión, debido a la necesidad, cuando se está deseando disciplinar por
ese medio. Debido al objeto de la disculpa (1) cuando es un no budista; (2)
cuando es alguien deshonesto, quien desea inducir una disculpa por haber
actuado de forma reprensible; (3) cuando es alguien beligerante y dado a la
disputa, a quien la disculpa agitaría; (4) cuando es alguien de disposición
paciente, cuyo pensamiento no cambiará haya o no haya disculpa; (5) si es
alguien que no quiere disculpa, o alguien a quien embarazaría.
Las dos últimas, tal como
están presentadas en el texto, parecen ser una. No obstante, los comentarios
las hacen aparecer por separado.
2.2.3.1.2.2.1.3.2.2. No parar el enfado de uno.
No aceptar las escusas
de otros.[3]
Cuando alguien que ha ofendido en el transcurso de una disputa se disculpa
por ello de forma correcta, y con un pensamiento de enemistad o una actitud
maliciosa hacia la otra persona tú no le haces caso, no aceptando la disculpa,
es contaminado. Cuando sin que haya odio, sino una disposición impaciente, y no
se acepta la disculpa solo porque no quieres aceptarla, esa falta no es
impureza.
No aceptarla no constituye falta, debido a la necesidad, cuando está
deseando disciplinar por ese medio. Debido al objeto, cuando él da disculpa sin
hacerlo de modo correcto, y es incompatible.
El primer término significa “incorrectamente”, y el último significa “solo
verbalmente.” En lugar del último, tanto el comentario antiguo como el
comentario nuevo a los Veinte versos,
dicen “no en el momento correcto,” lo cual yo interpreto como significando “no
disculpándose inmediatamente a continuación.”
El comentario nuevo dice que en los casos en los que están envueltos no
budistas y personas beligerantes, tampoco hay falta.
2.2.3.1.2.2.1.3.3.
No mantener la paciencia como antídoto.
Seguir pensamientos de
enfado.[4]
Desarrollar en primer lugar, y después albergar, no abandonándola nunca,
una actitud de enojo hacia algún otro, no viendo que esto sea una falta, ni
tampoco recurriendo al antídoto de forma que se permite que ocurra, es una
falta contaminada. Intentar eliminarla, pero no revertirlo, no es falta tal
como se explicó antes.
El Maestro Bodhibhadra propone esto como siendo “la falta de albergar el
desarrollo del enfado.”
Entre estas cuatro faltas, las dos primeras son explicadas por el
comentario nuevo como fracasando, respectivamente, (1) en tener entusiasmo por
lograr el beneficio otros por medio de mantener el voto y reunir raíces de
virtud, y (2) no permitir las impurezas y las impurezas secundarias, las cuales
actúan como la base para no observar la moralidad ética de la reunión de raíces
de virtud. Sobre las dos últimas no aparece ninguna información.
2.2.3.1.2.2.1.4.
Contradicciones para el esfuerzo entusiasta.
Tiene tres puntos: la aplicación
inferior, la no aplicación, y la actividad degradante.
2.2.3.1.2.2.1.4.1 La aplicación inferior.
Reunir seguidores
guiado por el deseo de recompensa y respeto.[5]
Anhelar servicios, tales como ser bañado; y honores, tales como una
alfombrilla para asiento de uno, y no ser asignado a trabajos; atraer
seguidores guiado por el interés egoísta, como por ejemplo con la expectativa
de recibir ofrendas materiales, es impuro. No hay falta cuando se aceptan
servicios, etc., sin que medie el pensamiento de beneficio personal.
2.2.3.1.2.2.1.4.2.
La no aplicación.
No abandonar la
pereza, y lo similar. [6]
La pereza e indolencia surgen para él, “y lo similar” incluye el placer del
sueño, el placer de quedarse en la cama, y de permanecer acostado de lado. Su placer
en este reposo es intempestivo-día y noche-y desmedido. Sucumbir a ello y dejar
de disiparlo es una falta contaminada en la primera y última parte de la noche,
aunque no en el periodo del medio. No supone falta sucumbir a ello, debido a la
base, (1) cuando se está enfermo e incapacitado; (2) cuando se está fatigado
por estar viajando, y (3) cuando se ha generado el deseo de disiparlo, como
antes.
2.2.3.1.2.2.1.4.3.
La actividad degradante.
Ser indulgente ante
los chismorreos, con pasión.[7]
Pasar el tiempo con la mente de uno atraída por la interacción social, por
los chismorreos acerca de cosas como reyes y ministros, salteadores y ladrones,
mujeres y amoríos, es una acción errónea contaminada. Si es hecho sin darse
cuenta, la falta no es impureza.
Samudra sugiere que esto se realiza con solo pasar el tiempo escuchando a
alguien, y por pasar un periodo de tiempo que va de la mañana a la tarde, y desde
entonces al anochecer y demás.
Debido a quien escucha, no hay falta en escuchar y hablar cuando alguien
está hablando continuamente y tu escuchas, pero solo un momento, para cumplir
con sus expectativas, mientras estás establecido en la atención mental. Debido
a lo tratado, cuando solo estás preguntando algo a alguien, o cuando estás
contestando alguna pregunta que te han hecho cuando se está tratando sobre algo
curioso o maravilloso.
Jinaputra y Samudramegha dicen que esto también es una falta cuando se está
intentando estudiar.
Tal como se explica en el comentario nuevo, estas tres acciones erróneas
fracasan en (1) reunir seguidores de acuerdo con el Dharma como parte de la
consecución del bienestar de los seres; (2) en la perfección del esfuerzo
entusiasta como parte de la reunión de raíces de virtud; y (3) en rechazar la
permanencia en sociedad tomando parte en conversaciones frívolas, como parte de
la moralidad ética del voto.
2.2.3.1.2.2.1.5.
Contradicciones a la meditación.
Tiene tres puntos: una falta de la preparación, una falta de lo principal, y
una falta de la conclusión.
2.2.3.1.2.2.1.5.1.
Una falta de la preparación.
No buscar el objeto de
estabilización meditativa.[8]
Mientras que es deseable emplazar la mente de uno en equilibrio meditativo,
no acudir a otro para recibir instrucción sobre cómo desarrollar el equilibrio
meditativo llevado por un pensamiento de enemistad u orgullo, es impuro. Con
las otras dos actitudes la falta no es impureza. No recibir instrucción no es
falta, debido a la base, (1) cuando estás enfermo e incapacitado; (2) cuando
sospechas que la instrucción estará adulterada; (3) cuando eres un erudito y
eres capaz de emplazar tu mente en equilibrio meditativo, o cuando ya has
llevado a cabo la instrucción que está siendo dada.
2.2.3.1.2.2.1.5.2.
Una falta de lo principal.
No eliminar los
obstáculos a la concentración.[9]
Permitir que surja cualquiera de los obstáculos que obstruyen la
meditación, no eliminarlos, es
contaminado. Cuando se genera el deseo de eliminarlos y demás, no hay
falta, como antes.
Los cinco obstáculos, de acuerdo a Carta
a un amigo, son:
Una mente excitada y con remordimientos, el desear el mal,
Una somnolencia lánguida, el anhelo lujurioso,
Y la duda, estos son los cinco obstáculos que son como los ladrones
Que roban la joya del comportamiento virtuoso.[10]
Una mente agresiva y con remordimientos, es un solo obstáculo; y la
somnolencia y pereza, otro.
Hay dos partes a la hora de discutir esto: (1) la identificación de los
obstáculos que han de ser depurados, y los fenómenos que inducen a ello; y (2)
como depurarlos.
2.2.3.1.2.2.1.5.2.1.
Identificación de los obstáculos que han de ser depurados, y los fenómenos que
inducen a ello.
El deseo sensorial: con ansia y deseo
hacia los cinco objetos de los sentidos (formas, sonidos, y el resto) es el
pensamiento que persigue los cinco objetos de los sentidos. Lo que lo induce es
la atención engañada que imputa características placenteras y agradables a los
objetos.
La malicia: es la intención de
herir y de hacer daño a otro. Lo que lo induce es la imputación de
características no placenteras y desagradables como bases para la molestia.
La languidez: es una parte de la
confusión que supone una mente aturdida e incapaz para la acción.
La somnolencia: en este contexto, es
una parte de la confusión que hace que la mente se aparte de su objeto. Lo que
induce a ambas es el oscurecimiento debido a la atención a los aspectos
oscurecidos de la mente.
La excitación: es la parte
intranquila del apego.
Remordimiento: es la nostalgia, lo
que induce a estas dos son las preocupaciones con el vecindario, distrito, país,
deidades, y recuerdos de actividades del pasado en las que hubo risas, afecto,
alegría, y satisfacción.
La duda: sobre si existes o
no en el pasado, o futuro. La duda profunda tiene como sus objetos a las Tres
Joyas, la ley de causa y efecto, y las cuatro verdades. Es inducido por los
fenómenos del pasado, etc., y por una atención engañada al visualizarlos.
2.2.3.1.2.2.1.5.2.2.
Cómo depurarlos.
Tiene dos partes: con qué actitud, y con qué clase de comportamiento.
2.2.3.1.2.2.1.5.2.2.1.
Con qué actitud.
Tiene tres partes: cómo depurarlos con respecto al Dharma, como depurarlos
con respecto a ti mismo, y como depurarlos con respecto al mundo.
2.2.3.1.2.2.1.5.2.2.1.1
Cómo depurarlos con respecto al Dharma.
Como antídoto para el deseo sensorial está la meditación que se centra en
desarrollar la repulsión, contemplando un cadáver descolorido, un cadáver
comido por los gusanos, etc. El antídoto para la malicia es el desarrollo del
amor. Los antídotos para la somnolencia y languidez son percibir las características
de la luz en el Sol, Luna, y demás; y entonces generar pensamientos con la
característica de la claridad; recordar las cualidades del Buda, Dharma, y
Sangha; de la moralidad ética y la renunciación, y el recuerdo de las deidades.
En resumen, se está centrando en una imagen que aporta claridad, lo cual va
seguido de júbilo mental; mirando hacia las direcciones, la Luna, y las
estrellas; y lavando con agua el rostro. El antídoto para la excitación y
remordimiento es la introversión y entrenarse en la concentración en un solo
punto. El antídoto para la duda es contemplar que el ego del pasado, futuro, y
demás, es cosa de la mera interacción causal de los fenómenos que no existen
por su propio lado, y subsecuentemente la atención que está libre de imputar o
negar existencia o no existencia, existencia y no existencia, y ni existencia
ni no existencia.
En resumen, para todos ellos deberías de recitar pasajes de la palabra
excelsa del Buda que condenan los cinco obstáculos, y los fenómenos que los
propician, en términos de sus desventajas, y que alaban el estar libre de ellos
en términos de ventajas. Si contemplas el significado de esos pasajes, entonces
los obstáculos que aún no han surgido no surgirán, y los que han surgido se
atenuarán.
2.2.3.1.2.2.1.5.2.2.1.
2.2.3.1.2.2.1.5.2.2.1.2. Como depurarlos con respecto a ti mismo.
Tan pronto como cualquiera de los cinco obstáculos surja, ese obstáculo es
una producción impura de tu pensamiento, una disminución de tu comprensión, y
un daño hecho a tu propia virtud; por tanto, reconociendo que esto es
incompatible con tu forma de practicar el Dharma, avergüénzate, y tomando la
determinación de no permitirlo, líbrate de él.
2.2.3.1.2.2.1.5.2.2.1.3.
Depurarlos con respecto al mundo.
Cuando alguno de los cinco obstáculos surja, o esté próximo a surgir,
piensa: “Si yo los creo, entonces mis maestros, las deidades que conozco en
meditación, y aquellos amigos míos bien entrenados, todos ellos me censurarán.”
Entonces yo no produciré aquellos que aún no han surgido, y eliminaré
aquellos que ya han surgido.
2.2.3.1.2.2.1.5.2.2.2.2.2.
Con qué clase de comportamiento.
En el caso de la somnolencia
lánguida, esto es refinado poniéndose en pie y andando de un lado a
otro. Los otros cuatro son depurados dirigiendo tu atención mental a la
corrección de la postura de meditación sentado. Impedir que surjan todos estos,
y verse libre de ellos, no ha de hacerse solo durante los periodos de
meditación, ha de ser hecho siempre.
2.2.3.1.2.2.1.5.3.
Una falta de la conclusión.
Buscar el sabor de la
concentración.[11]
Cuando aparece la absorción meditativa en su continuo mental, experimentar
su sabor y tener sed de la alegría, bienestar, y similares, buscando las buenas
cualidades que hay en degustarla, es impuro. No hay falta cuando él ha generado
el deseo de eliminarlo y demás, tal como antes.
Los dos comentarios al texto interpretan esto como la falta de estar
satisfecho con la concentración. Esto no parece aceptable. Incluso cuando ha
surgido la concentración, hay cuatro impurezas posibles que pueden
interrumpirla antes de que puedan ser distinguidas: tener gusto por ella, tener
demasiado orgullo, demasiada ignorancia, y demasiadas visiones.
Según explica el comentario nuevo, las tres últimas faltas fracasan
respectivamente (1) en alcanzar la concentración como parte de la moralidad
ética del voto; (2) en no disipar las preocupaciones sórdidas como parte de la
moralidad ética del voto, más en no permitir las contaminaciones del proceso de
igualar como parte de la reunión de raíces de virtud; y (3) en no permitir
saborear ese proceso de igualar, como parte de la reunión de raíces de virtud.
2.2.3.1.2.2.1.6.
Contradicciones a la sabiduría.
Tiene dos partes: en conexión con un objeto inferior, y en conexión con el
superior.
2.2.3.1.2.2.1.6.1.
En conexión con un objeto inferior.
Tiene cuatro puntos: rechazar el Hinayana, la
falta de una aplicación sesgada, la aplicación unilateral a los textos no
budistas, la falta de disfrutar de su aplicación a los textos no budistas.
2.2.3.1.2.2.1.6.1.1.
Rechazar el Hinayana.
Rechazar el Vehículo
de los Oyentes.[12]
Mantener, y exponer a otros la visión de “un bodhisatva no escucha las doctrinas
asociadas con el Vehículo de los Oyentes; él no debería de guardar las palabras
y el sentido de ellas, ni debería de entrenarse sostenidamente en ello. No hay
necesidad de hacer esas cosas,” es una falta con impureza.
Mantener la opinión de que es necesario para alguien del Hinayana escuchar,
etc., el Vehículo de los Oyentes, pero que ello no es necesario para el
bodhisatva, no constituye un rechazo fundamental del Vehículo de los Oyentes.
No obstante, es especialmente grave como la transgresión fundamental que
ocasiona que otros abandonen el voto de la liberación individual.
La razón de que esto resulte en transgresión es que si el bodhisatva
necesita aplicarse incluso a los tratados no budistas, ¿Qué necesidad hay de
mencionar la palabra excelsa del Buda?
Mantener que aquellos poco familiarizados con el Dharma, por el hecho de
que ellos pertenecen al Mahayana, no necesitan entrenarse en el voto de la
liberación individual, es una gran trampa que acumula obstáculos cuya
maduración kármica es la escasez de Dharma. Este precepto (de los Veinte versos) es la mejor directriz
para evitarlo.
Si es hecho para disuadir, a alguien perteneciente al Mahayana, de mantener
una devoción unilateral hacia el Vehículo de los Oyentes, y hacer que se
dedique al Mahayana, entonces, debido a la base, no hay transgresión.
2.2.3.1.2.2.1.6.1.2.
La falta de una aplicación sesgada.
Esforzarse en este,
desatendiendo nuestro propio método.[13]
Mientras que uno tiene que aplicarse al canon del Vehículo de los
bodhisatvas, rechazarlo, y aplicarse en el canon de los Oyentes, es impureza.
Por tanto, uno tiene que estudiar el canon de los Oyentes de una forma que
no suponga un abandono del Mahayana.
2.2.3.1.2.2.1.6.1.3.
La aplicación unilateral a los textos no budistas.
No esforzarse, salvo
en los tratados no budistas.[14]
Si tú posees la palabra exaltada del Buda en la cual deberías de aplicarte,
y sin embargo no lo haces, y tienes tratados no budistas, tratados heterodoxos
en los que no debieras de aplicarte, no aplicarte a tus propios textos mientras
te aplicas en los otros, es una falta contaminada.
Samudra interpreta “tratados heterodoxos” como tratados sobre lógica y
gramática.
Como base para la aplicación en el caso anterior, era necesario el canon
del bodhisatva; aquí es suficiente la palabra del Buda.
Debido a la base, no existe falta en aplicarse a los textos heterodoxos
cuando eres muy juicioso, de aprehensión rápida, capaz de no olvidar en mucho
tiempo, capaz de contemplar y de penetrar el significado, y dotado con una
comprensión intelectual que es inalterable porque está acompañada por la
investigación a través del razonamiento, mientras te apliques al día dos veces
más a la palabra excelsa del Buda que a los tratados heterodoxos.
Jinaputra glosa “juicioso” por “ser capaz de recordar pronto,”
“contemplar…el significado” por “intelecto agudo,” “penetrar el significado”
por “comprensión clara,” e “investigación a través del razonamiento” por “gran
sabiduría acompañante.”
2.2.3.1.2.2.1.6.1.4.
La falta de disfrutar de su aplicación a los textos no budistas.
Esforzarse, y
encontrar gusto en ello.[15]
Mientras no infringe la directriz explicada antes, llegar a ser competente
en los textos no budistas, en los tratados heterodoxos, deleitarse en ellos, y disfrutarlos y encontrar placer en ellos, en
vez de recurrir a ellos como quien toma una medicina amarga, es una falta
contaminada.
Por tanto, uno debe de estudiarlos debido a la fuerza de las
circunstancias, y no queriéndolos.
De acuerdo al comentario nuevo, en este grupo de cuatro acciones erróneas,
la primera fracasa en la eliminación de las visiones erróneas, en el contexto
de la reunión de raíces de virtud; y la segunda y tercera fracasan en aplicarse
en la escucha y la reflexión como parte de la reunión de raíces de virtud.
Respecto a la cuarta no aparece información.
2.2.3.1.2.2.1.6.2.
En conexión con el objeto superior.
Tiene tres partes: rechazar la fuente de sabiduría, mal uso de los
resultados, y la pérdida en las causas de la sabiduría.
2.2.3.1.2.2.1.6.2.1.
Rechazar la fuente de sabiduría.
Abandonar el Mahayana.[16]
El repudio del canon del bodhisatva es una falta impura.
Uno puede preguntarse, “¿Por qué repudiaría uno lo que ha oído?”
Tras haber oído enseñanzas pertenecientes a ese canon, que son profundas,
en el aspecto de que van más allá del rango de cognición de la persona
ordinaria; que son más profundas, en el aspecto de que van más allá del rango
de cognición de los Oyentes y Realizadores solitarios, que tratan de los principios
profundos de la realidad o de lo extenso, que
tratan sobre el asombroso poder de los Budas y bodhisatvas, él no tiene
inclinación hacia ellas, es decir, no cree en ellas, y de este modo él repudia
el canon del bodhisatva.
La declaración “que tratan de los principios profundos de la realidad…”
muestra que la acción errónea es repudiar alguna de ellas: lo profundo o lo
extenso.
Es repudiado de cuatro modos, diciendo todas o algunas de estas cosas:
“Esas enseñanzas no poseen ningún significado profundo, pues son inferiores en
cuanto se dice, y por tanto no son una fuente de sabiduría; no son el Dharma
genuino, pues el acto de exponer es inferior, y por tanto no son una fuente de
mérito; no es lo declarado por el Tathagata, pues quien expone es inferior; y
en consecuencia estas enseñanzas no traerán el beneficio y bienestar de los
seres.” La causa para el repudio es su forma de pensar impropia, o el seguir
las visiones de otro.
Con respecto a este punto, un bodhisatva sincero y con fe, debería de
pensar así: “No es adecuado para mi, que estoy cegado y carezco del ojo de
sabiduría libre de pérdidas, que solo soy capaz de actuar confiando en la
visión del Tathagata, que rechace lo que ha declarado el Tathagata dándole otro
significado.” El bodhisatva se considera a sí mismo como ignorante, y ve
correctamente al Tathagata como estando visible en esas enseñanzas; y de ese
modo él progresará. Si él no tiene inclinación, pero tampoco las repudia, no
hay falta.
El Ornamento de los Sutras del
Mahayana, declara:
“Una
mentalidad hostil es naturalmente deficiente[17], no es
apta ni tan siquiera para lo lleno de faltas, así que para qué mencionar el
Dharma, incluso en caso de duda. Por lo tanto, es preferible la simple
imparcialidad, porque está libre de falta.”[18]
Y
la Guirnalda preciosa, declara:
“Lo que el Tathagata
enseñó con una intención especial
No es fácil de
comprender.
Por tanto, puesto que
enseñó tanto Uno como Tres Vehículos,
Deberías de protegerte
a ti mismo siendo neutral.
No hay ninguna falta
en la neutralidad,
Pero si la hay en el
desprecio. ¿Cómo podría esto ser virtuoso?”[19]
Puesto que es difícil para el
principiante alcanzar una devoción que esté en armonía intelectual con todas
las escuelas budistas, si él no puede sentir devoción, el debería de adoptar
una neutralidad, y entonces no habrá falta.
2.2.3.1.2.2.1.6.2.2. Mal uso de los resultados.
Alabarse a uno mismo,
y despreciar a los demás.[20]
Con un pensamiento de interés egoísta y
una mente resentida, alabarse públicamente y menospreciar a otro, es una falta
impura.
“Un pensamiento de interés egoísta”
se refiere al orgullo; tal como ponen el comentario nuevo y Samudra esto es “un
pensamiento engreído” o “un pensamiento altivo.” Jinaputra lo glosa como “un pensamiento que
mantiene la querencia a uno mismo”, lo cual es virtualmente lo mismo. Por
tanto, el contexto es bastante diferente del de la derrota.
Debido a la necesidad, alabarse a uno
mismo y menospreciar a otro no supone falta (1) cuando deseas vencer a los no
budistas para preservar el Dharma, (2) cuando deseas disciplinar a alguien por
ese medio, y (3) cuando lo haces así para que otros que no tienen fe puedan
generarla, y para que quienes ya la tienen puedan desarrollarla más y más.
2.2.3.1.2.2.1.6.2.3. La pérdida en las causas de la sabiduría.
Tiene dos puntos: no
participar en la escucha, y despreciarla confiando en la letra.
2.2.3.1.2.2.1.6.2.3.1. No participar en la escucha.
No buscar las
enseñanzas.[21]
No acudir, llevado por el orgullo y las
otras dos actitudes, cuando se está tratando sobre el Dharma y este está siendo
expuesto a otros, y cuando se está manteniendo un debate sobre el buen Dharma,
es una falta impura. Quedarse lejos con las otras dos actitudes es una acción
errónea que no es impura. Debido a la base, quedarse lejos no es una falta (1)
cuando no tienes noticia de que se está impartiendo el Dharma, (2) cuando estás
enfermo o incapacitado; (3) cuando sospechas que el Dharma será distorsionado, (4)
cuando ya conoces la enseñanza por haberla oído una y otra vez, y ya la conoces
de memoria, (5) cuando eres un erudito, y has estudiado y asimilado lo que has
oído, (6) cuando estás continuadamente practicando la meditación con visualización,
consumando la concentración, (7) cuando tu comprensión es muy torpe, tu aprehensión del Dharma es
débil, tu capacidad para retenerlo es débil, y cuando tu capacidad para
concentrar tu mente en la visualización es débil.
Los tres aspectos de “erudito”
se refieren a haberlo escuchado, conocerlo, y haberlo completado. “Aprehensión”
se refiere a la escucha, reflexión, y meditación.
Hay
un caso en que no hay falta debido a la necesidad: cuando estás guardando la
mente de un maestro, que ya te está exponiendo el Dharma, de alguna situación
desagradable.
2.2.3.1.2.2.1.6.2.3.2. Despreciarla confiando en la letra.
Despreciarlas, y confiar en
la letra.[22]
No
tener en cuenta deliberadamente a la persona que está exponiendo el Dharma, no concibiéndolo
sinceramente como un consejero espiritual y maestro, y rehusar a rendirle
respeto con el cuerpo, mientras lo ridiculiza con preguntas humillantes, y
haciendo observaciones sarcásticas utilizando
palabras duras; y referirse al sentido literal dándole preponderancia, y no a
su significado, es una falta contaminada.
Resumiendo,
si las palabras no son buenas, pero el significado es bueno, el no confía en el significado, mientras que si
las palabras son buenas pero el significado no lo es, él confía en ello.
Algunos dicen que el menosprecio es decir al maestro que su enseñanza es solo
expresión literal, sin significado, o que ese significado es incomprensible, en
otras palabras, que no es capaz de entrar en el espíritu de la letra. Esto
debería de ser tomado tal como se explicó antes en Niveles del bodhisatva, en el contexto de los cuatro puntos de
referencia. Jinaputra y Samudra glosan esto como una acción errónea de “falta
de respeto hacia el Dharma.”
Estas
tres acciones erróneas son explicadas por el comentario nuevo como fracaso,
respectivamente, en la eliminación de la visión errónea, en la diligencia en el
estudio, y en el servicio al maestro
como parte de la reunión de raíces de virtud. “Dándole preponderancia al sentido
literal” es explicado como confiar en la expresión literal en el
sentido de descartar a la persona que está exponiendo el Dharma.
2.2.3.1.2.2.2. Las faltas que son incompatibles con lograr el bienestar de
los seres.
Esto tiene dos partes:
en conexión con los objetos generales cuyo bienestar ha de ser logrado, y en
conexión con los objetos particulares.
2.2.3.1.2.2.2.1. En conexión con los objetos generales.
Tiene dos partes: no
lograr el bienestar, y no disipar el dolor.
2.2.3.1.2.2.2.1.1. No lograr el bienestar.
No ser un amigo cuanto se te necesita.[23]
No prestar asistencia,
debido a las dos actitudes, en las ocho formas de “decidir lo que ha de ser
hecho” a través de “acciones meritorias”, es impureza. Con las otras dos
actitudes no es impuro.
Los otros son como se
explicó antes, excepto para “negocio” o “convencionalidad”, los cuales
Drolungpa explica como “enseñando las convenciones lingüísticas de otras
tierras a alguien que no las conoce.”
No hacerlo así no
supone falta, de acuerdo a la base, (1) cuando estás enfermo o incapacitado,
(2) cuando ya te has comprometido con alguien, (3) cuando lo has confiado a
algún otro capaz de ello, (4) cuando estás continuando en una dirección aún más
virtuosa; (5) cuando eres torpe por naturaleza, y no estás cualificado para
impartir la tradición. Debido a lo que ha de ser hecho, cuando es impropio,
cuando está conectado con algo que suponga daño, y esté inconexo con el Dharma.
Debido al objeto, cuando quien busca asistencia es capaz de hacerlo por sí
mismo, o ya tiene algún protector o recurso. Debido a la necesidad, (1) cuando
deseas emplear la disciplina por ese medio, (2) cuando te estás guardando
contra los pensamientos de enemistad por parte de otros que son más numerosos,
y (3) cuando estás observando alguna regla interna de la comunidad.
2.2.3.1.2.2.2.1.2. No disipar el dolor.
Tiene dos partes: no
disipar el sufrimiento, y no disipar sus causas.
2.2.3.1.2.2.2.1.2.1 No disipar el sufrimiento.
Tiene dos puntos: no
disipar el sufrimiento particular, y no disipar el sufrimiento en general.
2.2.3.1.2.2.2.1.2.1.1 No disipar el sufrimiento particular.
Rehusar servir al enfermo.[24]
Cuando es encontrado
alguien golpeado por la enfermedad, dejar de prestarle atención y servicio, tal
como cuidarlo en su enfermedad, debido a las dos actitudes, es impuro. Con las
otras dos actitudes no es impuro. No hacerlo así supone una falta, debido a la
base (1) cuando estás enfermo e incapacitado, (2) cuando has encargado a
alguien que es capaz, y que congenia con la mente del paciente, (3) cuando tu
comprensión es demasiado torpe, y no puedes exponer el Dharma adecuadamente, ni
tenerlo en mente adecuadamente, ni eres capaz de concentrar tu mente sobre una
imagen.; (4) cuando ya estás comprometido con algún otro. Debido al objeto, (1)
cuando el paciente ya tiene protector y recursos, (2) cuando es capaz de
cuidarse por sí mismo, (3) cuando ha sido golpeado por una enfermedad de larga
duración, y ya está a punto de sanar. Debido a la necesidad, cuando te estás
guardando contra las interferencias en alguna dirección virtuosa sublime en la
que estás empeñado.
2.2.3.1.2.2.2.1.2.1.2. No disipar el sufrimiento en general.
No eliminar el sufrimiento.[25]
La transgresión, con y
sin impureza, y la falta de transgresión, es lo mismo que en el caso del
paciente. Los sufrimientos que han de ser eliminados, y las formas de
eliminarlos es como se ha explicado anteriormente.
2.2.3.1.2.2.2.1.2.2. No disipar las causas del sufrimiento.
No enseñar al descuidado lo que es apropiado.[26]
Si uno ve a seres que
se comportan de forma que no conducirá al bienestar presente y futuro, y con
las dos actitudes no indica lo que es relevante, lo que no causará problemas, y
como ha conducirse o lo que es apropiado, es impuro; con las otras dos
actitudes no lo es. No enseñarlos no supone falta, debido a la base, (1) cuando
eres incapaz al no saber cómo enseñar, (2) cuando lo has confiado a alguien
capaz de enseñar, (3) cuando él tiene un pensamiento de enemistad hacia ti, y
malinterpretaría lo que dices debido a la terquedad, (4) cuando es una persona
descontrolada, sin respeto o afecto hacia la instrucción relevante. Debido a la
necesidad, cuando deseas disciplinar por ese medio. El resto puede ser conocido
en detalle partiendo de las explicaciones anteriores.
2.2.3.1.2.2.2.2. En conexión con los objetos particulares cuyo bienestar ha
de ser logrado.
Tiene dos partes: no
dar asistencia, y no suprimir.
2.2.3.1.2.2.2.2.1. No dar asistencia.
Tiene seis puntos:
abusar de quienes ayudan, abusar del infeliz, abusar del indigente, abusar de
los seguidores, abusar de la conformidad, y abusar de las buenas cualidades.
2.2.3.1.2.2.2.2.1.1 Abusar de quienes ayudan.
No devolver una buena
acción.[27]
Ser
ingrato para con los seres que te han ayudado debido a que no quieres devolver
el favor, no poseyendo sentido de obligación hacia el acto, no recordando o
pensando en la ayuda, y con un pensamiento de enemistad, no devolver el favor
con una ayuda que sea proporcional en el sentido de que sea mayor, o en el caso
de que uno sea incapaz, que la ayuda sea igual o incluso menor, es impuro. Con
las otras dos actitudes, la falta no es impura. No supone falta, debido a la
base, cuando siendo consciente de que has de devolver el favor, eres incapaz.
Debido a la necesidad, cuando se pretende disciplinar por medio de no devolver
el favor. Debido al objeto, cuando él no quiere que le devuelvan el favor.
2.2.3.1.2.2.2.2.1.2.
Abusar del infeliz.
No consolar el pesar
de los demás.[28]
No eliminar el pesar de otros que ha sido desarrollado en relación con sus
parientes o propiedades, mientras mantiene una mente hostil, es impuro. Con las
otras dos actitudes la falta no es impureza.
Los casos sin transgresión son lo mismo que en el caso de “no ser un amigo
cuando se te necesita.” Las clasificaciones de los sufrimientos y cómo
liberarse de ellos han sido explicados en detalle anteriormente.
2.2.3.1.2.2.2.2.1.3.
Abusar del indigente.
No dar a aquellos que
buscan riqueza.[29]
No dar requisitos cuando son mendigados de forma correcta y apropiada, por
mendicantes que buscan comida, bebida, y cosas semejantes, con las dos
actitudes, es impuro; no dar con las otras dos actitudes o debido a la falta de
atención mental, es una falta que no es impureza. No dar no supone falta debido
a la base cuando no posees esos bienes; debido a la cosa mendigada, (1) cuando
es impropio puesto que creará un problema en el presente y futuro; (2) cuando no es algo adecuado para ese mendicante
en particular; debido a la necesidad, (1) cuando deseas ejercer la disciplina
por medio de no dar, (2) cuando te estás guardando de una ofensa al rey que
sería ocasionada por el hecho de dar a esa persona; (3) cuando estás observando
una regla interna de la comunidad.
2.2.3.1.2.2.2.2.1.4.
Abusar de los seguidores.
No trabajar por el
bienestar de los seguidores.[30]
No dar instrucción y consejo a los seguidores que has reunido; no buscar de
forma correcta de los brahmines y cabezas de familia llenos de fe, hábitos
monásticos, comida, cama y ropas de cama, medicinas y otros requisitos para
aquellos que están en la indigencia, llevado por una mente hostil, es impuro.
Con las otras dos actitudes y sin atención mental, no dar instrucción y
consejo, ni buscar los requisitos es una falta que no es contaminada. No hacer
esas cosas no supone falta, debido a la base (1) cuando estás enfermo y en la
práctica sería insoportable; (2) cuando lo has confiado a algún otro que es
capaz. Debido a la necesidad, (1) cuando deseas disciplinar por medio de no
instruir y no buscar; (2) cuando estás manteniendo una regla interna de la
comunidad. Debido al objeto, cuando tus seguidores poseen un gran mérito, o
cuando sabes que son capaces de buscar sus propias ropas monásticas y demás,
(2) cuando ya has hecho lo que debe de ser hecho para ellos en forma de consejo
e instrucción; (3) cuando el seguidor es alguien que fue previamente un no
budista y ha venido como un ladrón del Dharma, y no hay oportunidad para
domarlo.
La forma en la que atraer seguidores con el Dharma y con bienes materiales,
ya ha sido explicado en detalle antes.
2.2.3.1.2.2.2.2.1.5.
Abusar de la conformidad.
No conformarse a las
ideas de los demás.[31]
No cumplir con las expectativas de otros resulta en acción errónea, impura
o no, como en el caso explicado antes. No cumplir no supone falta, debido a la
base, en una circunstancia: cuando uno está enfermo y en la práctica sería
insoportable. Debido a la necesidad, (1)
cuando el deseo del otro no es adecuado, y de él podrían derivarse daños para
él o para ti; (2) cuando el deseo es adecuado, pero no es adecuado para un
grupo de personas más numeroso, y tú estás guardando su mente de lo que no es
querido y desagradable para ellos; (3) cuando tú estás observando alguna regla
interna de la comunidad; (4) cuando estás inhibiendo a un no budista; (5) cuando deseas
disciplinar por ese medio.
Esto también ha sido explicado en detalle.
2.2.3.1.2.2.2.2.1.6.
Abusar de las buenas cualidades.
No hablar en alabanza
de las buenas cualidades.[32]
No hablar en alabanza de las buenas cualidades genuinas de otros, es decir,
de la fe y el resto, tal como ya ha sido explicado, ni decir: “Bien hecho”, a lo
que ha sido bien hablado, con una actitud hostil es una transgresión
contaminada; con las otras dos actitudes y con falta de atención no es impuro,
como antes. No hablar no supone falta, debido a la base, (1) cuando estás
enfermo e incapaz de hablar, (2) cuando estás esperando que llegue el final de
la narración de otra persona. Debido al objeto, cuando sabes que mencionar sus
buenas cualidades lo disgustaría porque él es por naturaleza poco agradable.
Debido a lo que es dicho, cuando las buenas cualidades y el habla correcta son
solo aparentes. Debido a la necesidad, (1) cuando deseas disciplinar por medio
de no hablar; (2) cuando estás observando una regla interna de la comunidad,
(3) cuando sospechas que si hablaras, de ello se generaría en general impureza,
presunción, arrogancia, y daño resultante, y tú estás intentando evitar eso;
(4) cuando estás reprimiendo no budistas.
2.2.3.1.2.2.2.2.2.
No reprimir
Tiene dos puntos: no influenciar la conducta errónea, y no influenciar a
aquellos que son hostiles al Dharma.
2.2.3.1.2.2.2.2.2.1. No influenciar la conducta errónea.
No castigar de acuerdo a las
circunstancias.[33]
Con
respecto a seres que merecen ser reprendidos, ser castigados, y ser expulsados,
debido a la impureza, dejar de reprenderlos, o habiéndolos reprendido dejar de castigarlos,
o habiéndolos castigado dejar de expulsarlos, es impuro. Con las otras dos
actitudes, y sin atención, la falta no es impura. No supone falta, debido a la
base, cuando se está esperando el momento adecuado. Debido al objeto, (1)
cuando él está obstinadamente cerrado a tratar del tema, o cuando posee una
gran carga de enemistad, en una palabra, cuando es incorregible; (2) cuando
estando dotado de un gran sentido de la vergüenza y embarazo, y el cumplirá tan
pronto como sea posible. Debido a la necesidad, (1) cuando puedes ver que
reprenderlo, etc., resultará en conflicto, crítica, pelea, y disputa, para prevenir
que pase eso; (2) cuando ves que habrá conflictos y disensión en la comunidad,
para pararlo.
Los
cuatro resultados en “conflicto, etc.,” son explicados así por Drolungpa: “El
primero es general; los tres restantes se refieren a riñas menores, lucha
física, y lucha en academia.”
2.2.3.1.2.2.2.2.2.2. No influenciar a aquellos que son hostiles al Dharma.
No utilizar los poderes milagrosos para amenazar, etc.[34]
Si está dotado con el
poder para obrar maravillas, y con diversas clases de poderes, no atemorizar a
aquellos que merecen ser atemorizados, y no ganarse a aquellos que merecen ser ganados,
no empleando su poder para obrar maravillas para atemorizar y ganarse a
aquellos que ya están establecidos en el Dharma, para hacer que ellos abandonen
regalos de fe porque ellos no debieran de poseer esos regalos de fe ya que no
están en posesión del voto, es una falta sin impureza.
Ambos comentarios a
los Veinte versos, dicen que esta
última acción errónea “es impureza”, lo que parece una corrupción del texto.
No hay falta si no
utiliza esos poderes en una situación que involucra a seres con fuertes
prejuicios a los que están atados, como en el caso de los no budistas cuya
visión errónea no da crédito a los seres nobles, diciendo
“esto es el efecto del mantra o de la química.”
El comentario nuevo
nos dice que estas doce acciones erróneas[35],
fracasa cada una en su propio contexto de conseguir el bienestar de los seres.
No hay falta si uno
tiene compasión,
Amor, y una mente
virtuosa.[36]
No
puede encontrarse falta entre los preceptos enseñados anteriormente como
requerimientos y prohibiciones cuando uno está dotado con una mente de
compasión y amor hacia los seres. Esto quiere decir que no hay falta cuando se
hace con un deseo de ayudar y de disciplinar.
En
la explicación del Maestro Bodhibhadra:
“Cuando
la mente está tremendamente afligida
Y
oprimida por el sufrimiento,
Y
para aquellos dormidos y borrachos,
No
puede desarrollarse transgresión.”
En este contexto, el texto
declara que no hay falta cuando tu mente está alterada, o estás oprimido por
tus sentimientos. El propone que esto está implícito en esas dos líneas.
El gran maestro Shantarakshita
propone correctamente que la falta del apego que aparece más adelante, aunque está
colocado en el contexto de las acciones erróneas menores, es otra circunstancia
en la que no hay falta.
[1] Ibíd. 13a.
[2] Ibíd. 13b.
[3] Ibíd. 13c.
[4] Chandragomin, Los veinte versos, 13d.
[5] Ibíd. 14a.
[6] Chandragomin, Los veinte versos, 14b.
[7] Ibíd. 14c.
[8] Chandragomin, Los veinte versos, 14d.
[9] Ibíd.15a.
[10] Nagarjuna, Carta a un amigo, 44.
[11] Chandragomin, Los veinte versos, 15b.
[12] Chandragomin, Los veinte versos, 15c.
[13] Ibïd.15d.
[14] Chandragomin, Los veinte versos, 16a.
[15] Ibíd. 16b.
[16] Chandragomin, Los veinte versos, 16c.
[17] Reprochable.
[18] Capítulo uno, 15.
[19] Estrofas 288, y 389ab.
[20] Chandragomin, Los veinte versos, 16d.
[21] Ibíd.17a.
[22] Chandragomin, Los veinte versos, 17b.
[23] Chandragomin, Los veinte versos, 17c.
[24] Ibíd. 17d.
[25] Chandragomin, Los veinte versos, 18a.
[26] Ibíd. 18b.
[27] Ibíd. 18c.
[28] Chandragomin, Los veinte versos, 18d.
[29] Ibíd. 19a.
[30] Ibíd.19b.
[31] Chandragomin, Los veinte versos, 19c.
[32] Ibíd. 19c.
[33] Chandragomin, Los veinte versos, 20a.
[34] Ibíd. 20b.
[35] 17c-20b.
[36] Ibíd. 20cd.