domingo, 12 de junio de 2011

Maitreya: Mahayana Uttaratantra Shastra,Capítulo Tres.

CAPITULO TERCERO

El Sexto Punto Vajra: Las Cualidades.

El beneficio para uno mismo y el beneficio para los demás son equivalentes al ultimado kaya, y a los Kayas relativos basados en él. Siendo los frutos de la libertad y de la completa maduración, están dotados con sesenta y cuatro cualidades.

La permanencia, cumpliendo el beneficio para uno mismo, es el kaya siendo el sagrado objeto de la sabiduría. El simbólico kaya de los sabios, es el fundamento del mejor de los beneficios posibles para los demás seres. El primer kaya posee las cualidades de la libertad, las cuales son las cualidades de los poderes, etc. El segundo tiene las de la completa maduración, las cuales son las marcas de un gran ser.

El poder es como un vajra contra el velo de la falta de conocimiento. La ausencia de miedo actúa como un león en medio de cualquier asamblea. Los actos puros de un Tathagata son como el espacio; las dos facetas de la enseñanza del Muni son como el reflejo de la luna en el agua.

Conocimiento de lo que es útil y conocimiento de lo que no vale para nada; conociendo la maduración del producto de todas las acciones; conocimiento de las facultades, temperamentos y aspiraciones; conocimiento del camino en toda su amplitud; conocimiento de la estabilidad meditativa, cuando está afligida y cuando está libre de contaminaciones; el recordar existencias pasadas; la visión divina; y la paz, son los diez aspectos del poder del conocimiento.

Conociendo lo que es útil y lo que es inútil, la completa maduración, los distintos temperamentos, caminos, y las aspiraciones de los seres, sus variadas facultades, lo impuro y lo ultimadamente puro, el recordar los estados de existencia anteriores, la visión divina, y conociendo la forma en la que toda contaminación es eliminada, de forma tajante destruye la armadura de la ignorancia, tala sus árboles y rompe sus muros inquebrantables, dejándolos en la ruina más total. Tales poderes, por ello, recuerdan a un indestructible vajra.

El estar Perfectamente Iluminado con respecto a todos los fenómenos, el haber puesto fin a todos los obstáculos, enseñar el camino, y mostrar la cesación, son los cuatro aspectos de la ausencia de miedo.

Conociendo y haciendo que los demás conozcan todos los diferentes aspectos de las cosas que han de ser conocidas, tanto de uno mismo como de los otros; habiendo abandonado y causando el abandono de todas las cosas que han de ser abandonadas; habiendo confiado en lo que se ha de confiar; y habiendo obtenido y ocasionado el logro de que lo Insuperable e Inmaculado sea obtenido, ellos cuentan su propia verdad a los demás. Por eso los Grandes Sabios están liberados de los obstáculos.

El señor de los animales permanece sin miedo en los lejanos límites de la jungla, rugiendo sin acobardarse en medio de los otros animales. En cualquier asamblea, el Señor de los Sabios es como un león, permaneciendo tranquilo, independiente, estable y dotado de destreza.

No hay engaño, no hay habla vana. La atención mental del Maestro no se debilita. Su mente nunca deja de ser apacible. No está albergando ideas diversas. No hay una ecuanimidad sin análisis. Su aspiración, diligencia, atención mental, y su sabiduría discriminativa son sin degeneración, como lo son su completa libertad y su ojo de sabiduría. Toda acción es precedida por la sabiduría primordial, y esta no está oscurecida con relación al tiempo. Por lo tanto, estos rasgos y otros son las cualidades no mezcladas del Maestro.

Engaños, habla vana, olvido, agitación mental, ideación de la dualidad, y una ecuanimidad indiferente; el Sabio no tiene nada de esto. Su aspiración, diligencia y atención mental, su ultimadamente pura e inmaculada sabiduría discriminativa, su constante completa libertad, y su sabiduría primordial de liberación ve que todos los campos de lo cognoscible no sufren ningún deterioro.
Sus actividades son precedidas por la sabiduría primordial, y se proyectan ellas mismas en su forma. Manifiesta su vasto conocimiento definitivo, siempre sin obstáculos, en su visión de los tres tiempos. Por dicha visión interior no tiene miedo, y supremamente gira la Gran Rueda del Puro Dharma para los seres. El estar dotados con la Gran Compasión y la quintaesencia de los victoriosos, es lo que todos los Budas encontrarán.

La naturaleza de cualquiera de las propiedades relativas a la tierra y los demás elementos, no son la naturaleza del espacio. Cualquiera de las características del espacio, como el ser no obstructivo, etc, no es un rasgo de lo visible. La tierra, el agua, el fuego, el aire y el espacio, siendo igualmente elementos, tienen algo en común en el mundo. Las cualidades no mezcladas y los seres mundanos no tienen nada en común, ni tan siquiera un simple átomo.

Las palmas de sus pies están perfectamente marcadas con ruedas (del Dharma). Sus pies son anchos, y sus tobillos no son visibles. Sus dedos, y los dedos de los pies son grandes; y  los dedos de sus manos y pies están unidos por una delicada tela de piel. Su piel es blanda, y su carne permanece joven. Su cuerpo tiene siete partes elevadas y redondeadas. Sus pantorrillas son como las de un antílope, y sus partes secretas están escondidas como ocurre con los elefantes. Su poderoso torso es similar al de un león. El hueco entre sus clavículas está bien llenado. La curva de sus hombros es perfecta y hermosa. Sus manos y sus brazos son redondos, blandos e iguales. Sus brazos son largos, y su ultimadamente inmaculado cuerpo está envuelto en el mandala de una aureola de luz. Su cuello, sin falta en cuanto al color, parece una concha. Sus mejillas son como los del rey de todos los animales. Sus cuarenta dientes son iguales en número en ambas mandíbulas. Sus dientes son supremamente puros, y asentados de la más hermosa manera. Están completamente inmaculados y alineados en cada fila. La percepción visual de los dientes es de una suprema y excelente blancura. Su lengua es larga, su habla ilimitada e inconcebible. Su sentido del gusto es supremo, y la voz, Surgida de Sí Misma, es como la llamada del pájaro kalavinka, y como la melodía de Brahma. Sus ojos puros son como lotos azules, sus densas cejas son como las de un buey. Tiene el inmaculado pelo blanco de la urna embelleciendo su rostro, y la ushnisha coronando el centro de su cabeza. Su piel es pura, delicada y del color del oro. Extremadamente finos y blandos, cada uno de los cabellos de su cuerpo, al salir del poro, se curvan hacia la derecha y hacia arriba en dirección a su coronilla. Su inmaculado pelo parece, por su color, una gema azul oscuro. Bien proporcionado en estatura como un perfecto árbol de nyagrodha, el Gran Sabio es bueno en todo, y sin ningún ejemplo (similar). Tiene un cuerpo irrompible que posee la fuerza de Narayana.
Estas treinta y dos marcas que uno no puede concebir o aprehender, y que son esplendorosas en su brillantez y belleza, las ha descrito el Maestro como las marcas de un señor de los humanos.

Lo mismo que en el Otoño la forma de la luna es vista en un cielo sin nubes, y en el agua azul oscuro de un lago, la forma del Que Todo lo Abarca es vista por los herederos del Victorioso en el perfecto mandala de Buda, y en el mandala del mundo.

Estas sesenta y cuatro cualidades, cada una de ellas combinada con su causa, deberían de ser conocidas en su orden, como siguiendo las explicaciones del Ratnadarikasutra.

Siendo inmutable  y no debilitándose nunca, no teniendo igual y siendo inamovibles, se enseñan con los ejemplos del vajra, el león, el espacio, y la luna en el cielo y en el agua.

De los poderes, seis poderes, tres y uno, en esta secuencia, han disipado totalmente los velos al conocimiento y a la meditación, junto con sus huellas kármicas remanentes. Pareciéndose a una armadura, un muro, y un árbol; fueron penetrados, rotos y talados.

Siendo firmes, esenciales, constantes e inmutables, los poderes del Gran Sabio son similares a un vajra. ¿Por qué son firmes? Porque son esenciales. ¿Por qué son esenciales? Porque son constantes. ¿Por qué son constantes? Porque son inmutables. ¿Por qué son inmutables? Porque son como un vajra.

Puesto que no es intimidado, es independiente, estable, y está en posesión de la mejor de las destrezas posibles; el Muni es como un león. El León de la Humanidad no tiene miedo en medio de cualquier asamblea.

Conociendo todo directamente, él siempre permanece completamente libre del miedo ante cualquiera, no importa quien sea. Viendo que incluso los seres puros no están a su nivel, no es impresionado y no es intimidado por los demás. Su mente, está firmemente concentrada en un solo punto con respecto a todos los fenómenos; su samadhi es la quintaesencia de la estabilidad.
El posee la destreza, habiendo cruzado la tierra de los obstáculos latentes al conocimiento, incluso los más sutiles.

La comprensión de los seres mundanos, de los Oyentes, de los practicantes parciales (Pratyekabuddhas), de aquellos que tienen visión interior (Bodhisattvas), y de los Budas Que Surgen de Sí Mismos, siendo cada vez más sutil, y refinándose progresivamente, tiene cinco símiles.
Sosteniendo la vida de todos los seres mundanos, los Budas son similares a la tierra, al agua, al fuego, y al aire. Lejos de las características de lo mundano y de aquellos que están más allá del mundo, son similares al espacio.

Por lo tanto, el Dharmakaya se divide completamente en estas treinta y dos cualidades, indivisible como una preciosa gema en su luz, brillo y forma.

Garantizando la satisfacción con la visión de cualquiera de estas cualidades, estas que son llamadas las “treinta y dos marcas” se adhieren a los dos Kayas, siendo el kaya ilusorio y el  kaya del perfecto gozo en el Dharma.

Aquellos que están lejos, y aquellos que están cerca de la pureza, los ven como el mandala del mundo y como el mandala del Victorioso; como la forma de la luna reflejada en el agua y como la forma de la luna en el cielo. Por eso estos Kayas son contemplados de dos formas.

Esta fue la sección “Cualidades”, el Tercer Capítulo del “Comentario del Sublime Continuo del Mahayana que analiza la disposición de los Raros y Sublimes”

Trad, del ignorante y falto de devoción upasaka Losang Gyatso.






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