2.2.3.2.2.
Cómo guardar la mente de esas transgresiones.
Las bases de entrenamiento de los bodhisatvas que han sido presentados más
arriba, aparecen de por separado en los sutras. Esto quiere decir que han sido
promulgados por el Maestro de forma dispersa en este y en ese sutra que tiene
que ver con las tres clases de moralidad ética.
Los pasajes dispersos son presentados aquí, en el código de la conducta del
bodhisatva, por el Noble Asanga, de forma comprensible, de una forma unificada
y con una sola línea de desarrollo.
Un bodhisatva que ha ganado obediencia hacia los preceptos que han sido
reunidos y presentados en este manual sobre el canon del bodhisatva, debería
de adoptarlos para practicar el
entrenamiento solo tras haber generado el más profundo respeto hacia él;
debería de haber tomado el voto de otro con las tres actitudes benditas, y
entonces hace de este entrenamiento lo más importante.
Entonces él se entrenará de forma que no contravenga las directrices.
Las tres actitudes benditas son la
intención completamente pura de entrenarse en él, una actitud que desea
alcanzar la Iluminación, y la intención de conseguir el bienestar de todos los
seres.
Estas tres son interpretadas
por los comentadores como entrenarse uno respectivamente en las tres clases de
moralidad ética. Pero pueden ser puestos desde una perspectiva mejor,
explicando la primera como el deseo de entrenarse en las tres clases de
moralidad ética, que es la naturaleza esencial del entrenamiento; la segunda
como el entrenamiento con el propósito específico de alcanzar la Iluminación, y
la tercera como el entrenamiento para lograr el bienestar de todos los seres.
Al principio, desde la misma toma del voto, debería de
generar un gran respeto de forma que no se produzcan ofensas.
El capítulo dieciocho de Niveles del Bodhisatva, declara: “Los
bodhisatvas que dicen: “Yo soy un bodhisatva,” y no realizan correctamente el
entrenamiento de un bodhisatva, deberían de ser conocidos como una
falsificación de bodhisatva; no son bodhisatvas genuinos. Los bodhisatvas que
dicen: “Yo soy un bodhisatva,” y se entrenan correctamente en el entrenamiento
del bodhisatva, debería de ser conocido como un bodhisatva genuino. Estos
bodhisatvas verdaderos no piensan: “Ahora, veamos si ha sido realizado
correctamente, o si no ha sido realizado correctamente.”
Ellos prestan atención a las
directrices cruciales. Una vez tomado el voto, lo mínimo es la práctica de las
seis perfecciones y las cuatro formas de atraer. Deberías de desarrollar el
convencimiento de que las enseñanzas profundas y extensas dadas por el
Conquistador son un conjunto de directrices universales y, con un gran
entusiasmo, sigue tras las huellas de aquellos seres santos que han cursado en
el sendero del gran auriga, no prestando atención a ciertos renegados que no
saben que la universalidad es la tónica del Dharma.
2.2.3.2.3. Los
medios para remediar el fracaso.
Y si tú intentas no estar infectado, pero se produce una ofensa por estar
movido por alguna de las cuatro causas para la transgresión, esto es: la
ignorancia, falta de atención mental, un exceso de impureza, y de falta de
respeto, tú puedes ser sanado de la falta por medio de un tratamiento acorde al
Dharma.
Aparte de la derrota, cada falta que es contraria al entrenamiento
del bodhisatva está incluida en el grupo de las acciones erróneas.
No hay muchas clases de faltas, como en el voto de la liberación
individual.
Aquellas que se producen pueden ser confesadas a alguien del Vehículo de
los Oyentes o del Vehículo de los bodhisatvas que sea capaz de conocer y
comprender el tópico de la confesión que está siendo comunicada verbalmente.
El confesor no necesita
poseer el voto de bodhisatva, aunque debe de poseer el voto de la liberación
individual. Ni necesita ser un monje completamente ordenado, aunque los
novicios y similares no son confesores apropiados para las transgresiones al
voto de la liberación individual. En mi opinión, si la persona que está
confesando está ordenada, debería de tener un confesor que fuera monje; incluso
un bodhisatva que sea una persona laica sería inadecuado.
Ahora el texto dice: si se
ha producido un evento que es base para la derrota con una gran involucración,
el voto es abandonado por esto, y debería de ser tomado por segunda vez.
Y en el Resumen, se lee: “Siempre que uno ha llegado a una mente para
retomarlo que sea perfectamente pura, puede ser retomado.”
Algunos tibetanos proponen
que es imposible dejar el voto dos veces. Otros piensan que puede ser tomado
por primera vez, y después otras dos veces más, en otras palabras, que puede
ser abandonado tres veces, pero que no está permitido hacerlo más veces de estas,
porque resultaría en una consciencia muy mala. Esta forma de pensar no es
defendible, pues el texto quiere decir “una segunda vez.” Significa “una
segunda vez” con relación a la primera recepción o a la previa, no está dando a
entender que sea imposible volver a tomar el voto después. Ni tampoco yo puedo
encontrar que esto sea mantenido por ningún texto indio, que son la fuente
original.
El comentario de Samudra
explica: “Incluso si ocurriera una transgresión grande ocasional bajo la
influencia de las aflicciones, uno puede confesarlo ante la comunidad y generar
el pensamiento de la iluminación con la intención de beneficiar a todos los
seres, es decir, retomar el voto con una intención purificada. La frase “una
segunda vez” no lo limita a dos. En relación a la toma inicial, uno lo vuelve a
tomar más tarde; “segunda” se refiere a volver a tomarlo.”
Si se ha producido una ofensa con
involucración media, debería de ser confesada como una acción errónea a tres o
más personas. Entonces, sentado ante ellos, primero, en las circunstancias
mencionadas, describe la transgresión que se ha producido. Entonces, él dice:
“¡Por favor, sed sabedores, vosotros que habéis vivido mucho tiempo! Yo, el
llamado tal y tal, en las circunstancias mencionadas, he cometido una acción
errónea que es una ofensa, una infracción al código de disciplina del
bodhisatva. Lo restante debería de ser dicho como en la confesión de las
acciones erróneas del monje.
Tras la frase “acción
errónea que es una ofensa” uno dice el nombre de la transgresión, por
ejemplo “alabarse a uno mismo”, o “menospreciar a alguien.” “Lo
restante” es completado en el comentario antiguo: “Yo las confieso a
aquellos que han vivido mucho tiempo, sinceramente y sin disimulo. Confesando y
sincero, yo estoy cómodo; sin confesar y sin ser sincero, yo no estaría cómodo.
Si ellos preguntan: “¿Ves eso como ofensa?”, el debería de contestar: “Lo veo.”
Y si ellos preguntan: “¿Guardarás el voto a partir de ahora?”, el debería de
contestar: “Yo asiento con toda humildad, de acuerdo al Dharma, y al código de
disciplina.” Y ser repetido así una segunda, y una tercera vez.”
El comentario nuevo dice:
“Consciente, observante, y atento, yo asiento con toda humildad, de acuerdo al
Dharma, y al código de disciplina.”
¿Y cómo deberías de
comportarte en ese momento? La misma obra dice: “junta las manos y póstrate.
Siéntate en cuclillas en una posición inferior, junta las palmas de las manos,
y describe primero la circunstancia…”
Los otros comentarios, en
respuesta a la pregunta: “¿Guardarás el voto a partir de ahora?”, da como
respuesta solo:”contraeré la obligación.”
Si ocurriera un evento que es base para
la derrota, con una involucración pequeña, ello, y también las otras faltas,
deberían de ser confesados ante una persona, como en la ceremonia anterior. Si
no hubiera ante él una persona adecuada, o digna de escuchar la confesión, él
debería de generar el pensamiento de no volver a cometerlo de nuevo, y tomar el
compromiso de mantenerlo en el futuro. De esta manera, se dice que se ha
eliminado esa ofensa.
Jinaputra y los otros dicen
de esto: “Esto muestra que no hay falta, debido al poder de mantenerlo,” lo
cual no tiene sentido.
Esto está resumido por los Veinte
versos:
“Los votos se
deberían de tomar de nuevo.
Confesar una moderada
contaminación a tres personas,
O a una sola. Las
demás, tanto con emociones aflictivas como sin ellas,
Son confesadas de
manera similar en la propia mente”.[1]
La última línea tiene que ver con las acciones erróneas, tanto contaminadas
como no contaminadas. El Maestro Shantarakshita lo glosa así: “Si no hay una
persona adecuada, confiésalo haciendo que tu propia mente sea testigo de tu
embarazo, sentimiento de vergüenza, disciplina, calma, y de tu intención de no
volver a cometerlo en el futuro. Lo que implica “similar” es: ´puedes
confesarlo del mismo modo ante una persona´. ´De manera similar en la propia
mente´ da un ejemplo, y al mismo tiempo muestra que hay medios alternativos
para sanar la falta.”
En su exposición, el método citado como “Si no hubiera una persona
adecuada,” debería de ser considerado para aplicarlo a las ofensas de
las pérdidas medias y menores.
Bodhibhadra parece criticar el sistema del comentario antiguo a este
respecto cuando dice “La forma de restaurar las transgresiones de pérdidas
leves y medias, es fundamentalmente diferente de la forma de restaurar otras
acciones erróneas. En las situaciones de transgresiones leves o medias, si no puedes
encontrar una y tres personas debes de seguir buscándolas, mientras que en una
situación de acción errónea si no puedes encontrar una persona no necesitas
seguir buscándola. En el último caso no te está prohibido levantarte de la
caída por medio de hacer un voto en tu propia mente, mientras que en el caso
del par anterior está prohibido. Si no fuera ese el caso, sería incorrecto
escribir “a tres” y “ante uno” de una forma que los limita a objetos
diferentes; el primero no sería purificado por hacer una confesión a menos de
tres, por tanto, ¿Qué oportunidad hay de que sean purificadas por una confesión
en la propia mente? Niveles del
bodhisatva no dice “de manera similar en la propia mente.” Presentarlo así
está equivocado. En vez de eso, Chandragomin debiera decir: “lo impuro y lo que
no, en la mente de uno”. Niveles del
bodhisatva dice “a tres” y “ante uno” para las transgresiones medias y
leves, y “si no hay una persona adecuada…hacer el voto mentalmente,” para las
otras transgresiones.”
Yo no puedo ver que esto sea defendible. Niveles del bodhisatva dice: “Si
ocurriera un evento que es base para la derrota, con una involucración pequeña,
ello, y también las otras faltas, deberían de ser confesados ante una persona,
como en la ceremonia anterior. Si no hubiera ante él una persona adecuada, o
digna de escuchar la confesión, él debería de generar el pensamiento de no
volver a cometerlo de nuevo, y tomar el compromiso de mantenerlo en el futuro.
De esta manera, se dice que se ha eliminado esa ofensa.”
Por tanto, está claramente
expuesto que la rectificación para las derrotas de pérdidas leves es como para
otras acciones erróneas. Si esto es correcto, su relevancia para las caídas de
las pérdidas medias es bastante parecida. Después de todo, este es un texto
general que está enseñando la rectificación de las transgresiones por medio de
una actitud adecuada; su interés no está limitado a las legalidades del
levantarse de una caída. Y además, la frase “de manera similar en la propia
mente,” aunque no es encontrada como tal en Niveles
del Bodhisatva, tiene sentido porque el texto promulga la posibilidad de
corrección por medio de generar un voto en la propia mente en los casos en los
que no hay una persona ante quien corregirla por medio de la confesión.
Algunos dicen que las
acciones incorrectas impuras tienen que ser confesadas ante una persona cuando
hay un confesor disponible, mientras que las que no son impuras son corregidas
haciendo un voto en tu mente, incluso aunque haya disponible un confesor. Pero
esto no es defendible, puesto que en Niveles del bodhisatva han sido enseñadas
sin distinción.
Así que ajustémonos a lo que
dice en el texto. Las derrotas de pérdidas leves y medias, y también las
cuarenta y cinco acciones erróneas, cuando está disponible un confesor, no son
corregidas por meramente hacer un voto. Aparte de estas, las faltas pueden ser
confesadas a una sola persona. Este es el modo más fácil de generar vergüenza y
embarazo, y por tanto es la mejor forma. Si esto es imposible, entonces confiesa
mentalmente ante los Budas y bodhisatvas. El Capítulo sobre la ética, dice: “Mis errores son reconocidos y
considerados como faltas. Siendo reconocidos y considerados como faltas, son
abandonados. Mis errores son confesados como faltas ante los Budas, bodhisatvas,
y ante mis compañeros en el Dharma.”
Y en el capítulo diecisiete
de Niveles del bodhisatva, dice: “Además,
todas las equivocaciones del pasado y del presente, y todas las faltas del
pasado y del presente son confesadas individualmente, con un pensamiento dotado
virtuosamente de deseo hacia los entrenamientos, ante todos los Budas
Bhagavanes que están presentes en todas las direcciones del espacio; y también
otros son instigados a hacer lo mismo. Confesando regularmente las
equivocaciones de esta forma, con poca dificultad, será liberado de todos los
obstáculos provocados por las acciones del pasado.”
El Compendio de los entrenamientos promulga un método de confesión
ante Akāsagarbha en un sueño, y también
dice: “En particular, la confesión que ha de ser hecha para ofensas de gravedad
relativa y de trivialidad es promulgada en el noble Sutra Las preguntas de Upāli.” Después, da la rectificación que ha de ser hecha
de acuerdo a esta escritura.
Así, en Compendio de los entrenamientos, dice en la traducción nueva: “Esto
ha sido dicho en Las preguntas de Upāli[2]: ´Hay dos transgresiones, Shariputra, que son
grandemente reprensibles para el bodhisatva. ¿Cuáles son las dos? La asociación
con la aversión, y la asociación con la confusión. Su aplicación es como sigue.
En cuanto a la primera transgresión, Shariputra, el bodhisatva debería de
confesarla francamente como siendo grave ante una reunión de diez. La posesión
de la transgresión debería de ser
considerada como grave, y ser confesada ante una reunión de cinco. Shariputra,
la transgresión de manosear a una mujer, mirarla con ojos (de deseo), y la
hostilidad debería de ser confesado ante una o dos personas. El bodhisatva
debería de confesar como graves las transgresiones que tienen que ver con las
cinco acciones erróneas de retribución inmediata, las transgresiones derivadas
del contacto con mujeres, las derivadas de la mano[3], de los
chicos, del lugar sagrado, y de la comunidad monástica, y también otras
transgresiones distintas de estas, ante los treinta y cinco Budas Bhagavanes,
confesando día y noche.”
En la traducción del Sutra se
lee: “El deberá confesar la gravedad de la primera falta ante un grupo de
diez.” Esto es correcto; entre las dos faltas que se han mencionado, la primera
tiene que ver con la aversión. Esto es confesado ante diez objetos.
La frase: “La posesión de
la transgresión debería de ser
considerada como grave, y ser confesada ante una reunión de cinco,” es
correcta, si bien no se encuentra en el Sutra. Tiene que referirse a la segunda
gravedad, a la que está asociada con la confusión. Aquí la escritura pone: “La
falta grave de manosear a una mujer la debería de confesar a un grupo de
cinco.” Esta lectura no está conforme con lo que se afirma en Compendio de los entrenamientos sobre
que esa falta ha de ser confesada a una o dos personas, ni a la instrucción
resumen del propio sutra, o a su afirmación de que las ofensas motivadas por el
apego son menos reprensibles. Por tanto, la traducción del Sutra está
corrompida.
Las tres de “manosear a una
mujer, etc.,” las debería de confesar a uno o dos. La traducción antigua
explica esto como grave, y en la traducción nueva como “relativamente trivial.”
¿Es esto mejor? Yo así lo creo. En la escritura, a día de hoy, no aparece
“hostilidad”, pero claramente ha sido suprimido del Sutra, puesto que está
mencionado en Compendio de los
entrenamientos.[4] Las faltas relacionadas con la aversión se
dice que son graves, y sin embargo se dice que la hostilidad es trivial. Para
evitar la discrepancia con otras declaraciones, uno tendría que decir que
“hostilidad” quiere indicar aquí solo la
intención de hacer daño, sin que el continuo mental de uno sea alterado.
Tendríamos que decir que la
aseveración de que el debería de practicar la confesión de las ofensas día y
noche, ha de aplicarse a las ofensas graves, como las cinco malas acciones de
retribución inmediata, cuya maduración kármica no puede ser remediada por
medios como la ceremonia de rectificación hecha tres veces ante una sola
persona.
La Guía al modo de conducta del bodhisatva, dice:
“Recita
tres veces al día y a la noche el Sutra de los tres montones[5];
Confía
en el Conquistador y en la mente para calmar las otras faltas.”
Esta forma de rectificación
es explicada por Prajñakaramati como relevante para las faltas que no sean
transgresiones fundamentales, o para las transgresiones cometidas sin darse
cuenta y de las que no se fue plenamente consciente, o sea, para las que no fueron
cometidas deliberadamente. Para esas personas, el recita los Tres montones tres veces durante el día
y tres veces durante la noche, y confía mentalmente en los Conquistadores y en
la mente de la iluminación. Con los Tres
montones él hace una confesión de las acciones erróneas, apreciación del
mérito, y una dedicación del mérito a la Iluminación. Esta rectificación está
acompañada por la confesión de las ofensas. Los otros dos agregados o montones
son glosados por Ksemadeva como el poder de la confianza, tomando refugio y
generando la mente de la iluminación.
Los entrenamientos de los
bodhisatvas son infinitos, y esta rectificación es algo necesario para corregir
las ofensas que no han sido hechas deliberadamente. Además, has de intentar no
seguir cometiéndolas en el futuro; sin esto, lo que tú hayas hecho previamente
puede ser purgado, pero su corrección es problemática. El Sutra del rugido de león de
Maitreya, dice: “Además, Maitreya, en el futuro, al final del periodo,
quinientos años después de que se haya proclamado el Dharma, en el tiempo de su
decadencia, aparecerán ciertos individuos diciendo ser bodhisatvas. Ellos serán
proclives a las transgresiones, descontrolados en sus acciones de cuerpo,
habla, y mente, cometerán gran cantidad de faltas. Sin embargo, ellos
corregirán esas faltas por medio de la confesión, sin hacer mentalmente votos
para el futuro. Ellos no harán voto de controlarse en el futuro. Esta gente
necia, habiendo dado lugar a las formaciones kármicas de excesivas
transgresiones, pensarán que serán corregidas meramente por confesar las
faltas, solo porque yo he enseñado el sistema de los Tres montones para
consumir el karma negativo de aquello que ya ha sido hecho, ellos no harán el
voto para el futuro.”
Por tanto, los medios de
rectificación tienen evidentemente una importancia extrema como un apéndice
para la moralidad ética pura, y es enseñado como un sistema detallado para los
practicantes del vehículo grande.
2.2.3.2.4. La
intención que hay más allá de declarar que el apego es una falta menor.
El Maestro ha declarado: “Has de saber que la mayor parte de las faltas del
bodhisatva se desarrollan teniendo como base la aversión, antes que las tienen
como base el apego.” La intención de esto es como sigue. Cuando está gobernado
por el afecto y el amor hacia los seres, todo lo que él pueda hacer es parte de
la obligación del bodhisatva, y hacerlo que él debiera de hacer no resultará en
falta. Albergar odio hacia los seres no es bueno para él o para otros, lo cual
es indigno de un bodhisatva, y supone la falta de hacer lo que no debiera de
ser hecho.
El Ornamento de los Sutras del
Mahayana, dice:
“Dado que él trabaja para el beneficio de los seres,
no comete ofensas provocadas por las pasiones; y cualquier forma de odio hacia
todos los seres está completamente excluida.” Cap.13:21
Y Las preguntas de Upāli, explica:
“Si, mientras está
practicando el Mahayana, un Bodhisattva continúa rompiendo los preceptos debido
al deseo, durante eones tan numerosos como las arenas del Ganges, su falta aún
es de rango menor. Si un Bodhisattva rompe los preceptos movido por el odio, aunque
sea solo una vez, su falta es muy grave. ¿Por qué? Porque un Bodhisattva que
quiebra los preceptos debido al deseo aún está abrazando a los seres; mientras
que un Bodhisattva que quiebra un precepto impulsado por el odio, olvida a
todos los seres.
Upali, un Bodhisattva no
debería de temer a las pasiones que pueden ayudarlo a mantenerlo abrazando a
los seres; pero debería de temer a las pasiones que pueden hacer que él olvide a los seres.
Upali, como han dicho los
Budas, el deseo es difícil de abandonar, pero es una falta ligera; el odio es
fácil de abandonar, pero es una falta grave; la ignorancia es difícil de
abandonar, y es una falta muy grave.
Upali, cuando están envueltos
en las impurezas, los Bodhisattvas deberían de tolerar las transgresiones
pequeñas, las cuales son difíciles de evitar; pero no deberían de tolerar las
transgresiones graves, las cuales son fáciles de evitar, ni tan siquiera en un
sueño. Por esta razón, si un seguidor del Mahayana rompe los preceptos
impulsado por el deseo, Yo digo que no es un transgresor”
Porque esas afirmaciones son una fuente muy importante de error,
Shantideva, el Hijo del Conquistador, elucidó su intención. El Compendio de los entrenamientos dice:
“¿Cuál es la intención que hay tras de esto? Ha sido ya especificado por la
escritura como la atracción de los seres.”
Esto significa que la
declaración “si un seguidor del Mahayana rompe los preceptos impulsado por el
deseo, Yo digo que no es un transgresor,” se aplica al deseo-apego que es
permisible cuando ello resultará en el bienestar de los seres, como en el caso
del joven brahmín Jyotis, pero eso no es apropiado para cualquier deseo o apego
que el bodhisatva pueda tener. Pero el sutra anterior ha sido promulgado
específicamente para el deseo o apego que convierte a los seres.
Cuando es recomendado el
deseo o apego, ¿Con qué clase de persona en mente como base no resultará eso en
transgresión? El Compendio de los entrenamientos, dice: “Esta enseñanza es para
aquellos que están dotados con resolución y simpatía, e inmediatamente después
la escritura declara:
“Upali, si un Bodhisattva no
está completamente versado en la Disciplina, el sentirá temor cuando comete
transgresiones ocasionadas por el deseo; pero no sentirá temor cuando lo haga
movido por el odio. Si un Bodhisattva está bien versado en la Disciplina, el no
sentirá temor cuando transgrede impulsado por el deseo, pero tendrá miedo
cuando lo que lo mueve es el odio.”
¿Y quiénes son aquellos
completamente versados en el Dharma? Son aquellos que no abandonan a los seres
debido a la sabiduría y compasión.
Esto ha sido formulado como
“aquellos cuya mente de la iluminación, conteniendo la raíz de la gran
compasión, es estable; y que están impregnados por el poder de la sabiduría que
comprende la falta de existencia inherente de todos los fenómenos.”
Entonces, con respecto a la
distinción marcada por la escritura, sobre si hay o no hay transgresión en el
apego y la aversión en un acto hipotético de amor no mezclado con el apego, un
sabio no tendrá duda sobre si hay o no hay falta igual a la de la aversión y
las otras dos[6], por
tanto no es necesario resolverlo. Mantener que no hay falta en ningún apego del
bodhisatva, sea este el que sea, es ir demasiado lejos. Por lo tanto, de
acuerdo a lo formulado en Compendio de
los entrenamientos, cuando lo tienes con el gran bienestar de los
seres, el apego hacia los seres motivado
por el amor hacia ellos en muchas ocasiones no supone falta.
Objeción: en el caso de la aversión, ¿Qué falta hay en estar
enfadado para evitar el daño?
Respuesta: en ese caso, la falta de fracasar en la compasión se
producirá cuando el hábito del enfado está activado más tarde. “Cortar eso,
cortará la raíz,” tal como será explicado más tarde. No hay ocasión en la que
sea permisible mantener el enfado porque, de acuerdo al pasaje citado, incluso
si es beneficioso para un ser en particular, el bodhisatva que deja la
compasión fracasará en continuar el gran beneficio de los seres.
Lo mismo es verdad cuando el
mismo bodhisatva es el objeto. La joven Sri Daksinottarā
cambió de vidas y renació como un dios en virtud de haberse enamorado del
bodhisatva Priyamkara. Pero como sintió odio hacia el bodhisatva, se
dice que:
“Tres
eones incalculables en el infierno
Han
sido profetizados por el Sabio por un mal pensamiento.”
La intención de Niveles del bodhisatva se corresponde
con esto, debería de ser tomado de acuerdo a nuestro tratamiento de la
afirmación de Compendio de los entrenamientos respecto a que el apego
no es una transgresión.
2.2.3.2.5. La distinción entre ofensas mayores y
menores.
Las ofensas del bodhisatva
deberían de ser conocidas como menores, medias, y mayores. Esto debería de ser
entendido como está explicado en la Colección
sobre los tópicos.[7]
La colección sobre la disciplina,[8] dice:
“Las formas de transgresión menores, medias, y grandes se enseñan en cinco
modos: (1) el primero presenta la menor, etc., en términos de naturaleza
esencial. La derrota es la grande, la suspensión es la media, y el resto son
menores. Con una clasificación alternativa, la derrota y la suspensión son
graves, la transgresión y lo confesable son medias, y las acciones erróneas son
leves. (2) en términos del agente, lo que es hecho inconscientemente y por
falta de cuidado es menor, lo que es hecho porque hay mucha impureza es medio,
y lo cometido al ser movido por falta de respeto es mayor. (3) En términos de
intención, aquellas motivadas por los grados menor, medio, y grande de los tres
venenos, son menores, medias, y grandes. (4) En términos de componentes:
análogamente a la intención, hacer algo que tiene solo una naturaleza simple
sin embargo da lugar resultados menores, medios, y grandes. Por ejemplo, en el
caso de la aversión, matar animales, seres humanos distintos de los padres, o a
los padres, dan lugar, respectivamente, a transgresión, derrota, y derrota con
retribución inmediata. (5) La suma total también resulta en menor, etc. No
rectificar de acuerdo al Dharma, de una a cinco ofensas, es menor. No
rectificar de acuerdo al Dharma de seis hasta cuantas puedas conocer en número,
es media. Las ofensas innumerables, de las cuales uno es incapaz de conocer el
número, a saber, “Estas muchas”, en grande.
Lo mismo que las dos de la
naturaleza esencial y los componentes no están combinadas, las otras tres son
aplicadas según pida la situación.
Una ofensa que se ha cometido
inconscientemente es una ofensa que se ha producido con la noción de que el
acto no es una ofensa, porque el intelecto de uno no está preparado, es decir,
que no ha oído o comprendido la ofensa. Una ofensa que se comete aunque uno es consciente así, sin que haya
atención mental, debido al olvido y a una falta de consciencia plena. “Lo hecho
porque hay mucha impureza” se refiere a una ofensa que se produce de forma
incontrolada, porque en uno hay una gran cantidad de los tres venenos, aunque
uno es consciente de ello, pensando: “Yo no debería de hacer eso.” “Hecho
porque hay mucha impureza” se refiere a una ofensa que se produce acorde a los
deseos de uno, aunque el intelecto de uno ha sido preparado, debido a que hay
una inclinación hacia algo inferior, desatendiendo la forma de vida espiritual
debido al fracaso en el cultivo de causas en el pasado, a una falta de respeto
hacia el nirvana, el Dharma, y la Sangha; al olvido, y la falta de vergüenza, y
a una falta de respeto y de interés hacia el entrenamiento. De estas, las dos
primeras son ofensas sin contaminación, y las dos últimas son contaminadas. Así
es como está expuesto en la Colección
sobre la disciplina.
Los antídotos para estas
cuatro causas para la transgresión son conocer las transgresiones, confiar en
la atención mental y la consciencia, aplicar cada antídoto particular a
cualquiera de las impurezas que pueda aparecer, la vergüenza y el embarazo, y el
respeto hacia el maestro y los entrenamientos.
2.2.3.2.6. Las causas para el bienestar continuado.
El bodhisatva que se aplica al
entrenamiento en su propio código disciplinario mantiene contacto con el
bienestar porque está bendecido por tres tipos de buena fortuna.
2.2.3.2.6.1. La excelencia de la práctica.
Al comienzo, él no viola los principios
de la moralidad ética; y su comportamiento con las tres puertas es
completamente puro. En el medio, el nunca comete ninguna ofensa, porque él
mantiene un gran respeto y cuidado para con el entrenamiento. Al final, el
confiesa las pocas transgresiones que ha cometido. Con esto, el mantiene
contacto con el bienestar: viéndose a sí mismo limpio de ofensas, está
generalmente lleno de gozo día y noche.
2.2.3.2.6.2. La excelencia de la actitud.
El está ordenado, pensando practicar el
Dharma tal como es presentado, y no pensando en cómo subsistir. Está impaciente
por alcanzar la Insuperable Iluminación, y no poco impaciente. El está ansioso
por llevar una vida espiritual, y por el nirvana, y no poco ansioso. Con esa
impaciencia, el no puede permanecer indolente, porque él se ha encaminado hacia
lo virtuoso. Su esfuerzo entusiasta no es débil, y no está contaminado por el
mal, las acciones no virtuosas.
¿Qué clase de acciones no
virtuosas? De acuerdo a Jinaputra y Gunaprabha, es lo que es contaminado en
esta vida, y que en el futuro producirá un nuevo renacimiento. La desventaja de
lo primero es poseer un organismo psicofísico que está compuesto de fiebre
abrasadora. La desventaja de lo segundo es su fructificación en sufrimiento
porque has renacido en un estado desafortunado. Consecuentemente, el nacimiento
y la vejez y la muerte arrastran a uno en un camino largo.
De acuerdo a Jinaputra, la
vida espiritual se refiere al sendero de la aplicación en los tres
entrenamientos a lo largo de los diez niveles, y el nirvana se refiere al
nirvana de no permanencia, y así tenemos los resultados de la aplicación en la
realización de esos dos.
2.2.3.2.6.3. La excelencia de las causas anteriores.
El bodhisatva, debido a que en el pasado
él ha realizado actos de generosidad y también actos virtuosos que han
eliminado los impedimentos a las posesiones, no estando nunca falto de ropas,
comida, cama y ropas de cama, medicinas para la enfermedad, y otros requisitos
necesarios para él; y con esto él es capaz de propiciar el bienestar de otros
por medio de eliminar su pobreza.
Un bodhisatva que posee estas tres
formas de excelencia y que está empeñado en el entrenamiento del código de la
moralidad ética del Mahayana, permanece siempre en un estado continuo de contentamiento. Debe
de entenderse que un bodhisatva que posee las tres formas de infortunio, que
son lo contrario a las tres formas de excelencia, permanece continuamente en un
estado de descontento.
Entonces, este tópico, el cual ha sido
presentado de ambas forma, la sucinta, que es la naturaleza esencial, y la
extensa, que es su completamiento detallado, es llamado “la moralidad ética que incluye
todo” de un bodhisatva. Comprende las de las dos facciones: la de los cabezas
de familia, y la de aquellos que han marchado entrando en la forma de vida del
errante sin hogar. Además, los siguientes siete tópicos-la moralidad ética que
es difícil de llevar a cabo, etc.-deberían de ser entendidos como sus
subdivisiones.
[1] Chandragomin, Los veinte versos, 8.
[2] El Buda contestó: “Shariputra, todos los Bodhisattvas
deberían de cuidarse contra dos roturas de la disciplina. ¿Qué dos? En primer
lugar, romper la disciplina movido por el odio; en segundo lugar, romper la
disciplina movido por la ignorancia. Ambas son rupturas graves.
Shariputra, si una ruptura de
la disciplina es cometida debido al deseo, es una falta leve, una falta sutil,
pero difícil de eliminar; si es debida al odio, es burda, una falta grave, pero
fácil de eliminar; si es debida a la ignorancia, es muy grave, una falta
profundamente asentada, y muy difícil de eliminar.
¿Por qué? El deseo es la
semilla de todos los tipos de existencia; hace que uno esté envuelto en la
existencia cíclica sin final. Por esta razón, es tenue y sutil, pero difícil de
cortar. Uno que rompe los preceptos debido al odio caerá en los estados
miserables de la existencia, pero puede librarse rápidamente del odio. Uno que
rompe los preceptos debido a la ignorancia caerá en los Ocho Grandes Infiernos,
y tendrá grandes dificultades para ser liberado de la ignorancia.
Además, Shariputra, si un
Bodhisattva ha cometido alguna de las cuatro faltas que llevan a la expulsión
de la Sangha, él debería confesar rápida y sinceramente sus acciones erróneas
ante diez monjes que mantengan una disciplina pura. Si un Bodhisattva ha
cometido alguna de las faltas que requieren una reunión comunal, él debería
confesar sus faltas a cinco monjes que mantengan una disciplina pura. Si un
Bodhisattva está afectado por la pasión hacia una mujer, o siente atracción
hacia ella porque han intercambiado miradas, él debería de confesar rápidamente
sus acciones erróneas a uno o dos monjes que mantengan una disciplina pura.
Shariputra, si un Bodhisattva
ha cometido alguna de las cinco grandes transgresiones, una de las cuatro
faltas que llevan a la expulsión de la Sangha, o una de las trece faltas que
requieren una reunión comunal, o ha causado daño a las estupas o a los monjes,
o ha cometido alguna otra transgresión, el debería de arrepentirse en la
soledad día y noche, ante los Treinta y Cinco Budas, diciendo:
“Yo, el llamado…, tomo
refugio en el Buda, el Dharma, y la Sangha.
Me postro ante el Buda
Sakyamuni; me postro ante el Buda Diamante Indestructible; me postro ante el
Buda Luz Preciosa; me postro ante el Buda Noble Rey de los Nagas; me postro
ante el Buda Soldado Vigoroso; me postro ante el Buda Alegría en el Esfuerzo;
me postro ante el Buda Llama Preciosa; me postro ante el Buda Preciosa Luz de
Luna; me postro ante el Buda Manifestando Ausencia de Ignorancia; me postro
ante Buda Luna Preciosa; me postro ante el Buda Inmaculado; me postro ante el
Buda No Corrompido; me postro ante el Buda Donante de Coraje; me postro ante el
Buda Puro; me postro ante el Buda Generosidad Pura; me postro ante el Buda
Varuna; me postro ante el Buda Dios de las Aguas; me postro ante el Buda Virtud
Firme; me postro ante el Buda Mérito de la Madera de Sándalo; me postro ante el
Buda Infinitas Cantidades de Luz; me postro ante el Buda Virtud Brillante; me
postro ante el Buda Confianza en la Virtud; me postro ante el Buda Narayana; me
postro ante el Buda Flor de Mérito; me postro ante el Buda Realizando Milagros
con la Luz de Loto; me postro ante el Buda Riqueza y Merito; me postro ante el
Buda Pensamiento Virtuoso; me postro ante el Buda Buena Reputación y Mérito; me
postro ante el Buda Rey del Estandarte Rojo Llameante; me postro ante el Buda
Discurriendo Bien en los Méritos; me postro ante el Buda Vencedor en las
Batallas; me postro ante el Buda Buen Caminante; me postro ante el Buda Rodeado
por Méritos Gloriosos; me postro ante el Buda Caminando entre Flores Preciosas;
me postro ante el Buda Rey que Reside Bien Entre Lotos Preciosos y Árboles Sala.
[3] Masturbación.
[4] No aparece en la traducción del sutra que en la época utilizaba Tsong Khapa, y tampoco en la traducción que hizo al chino el maestro indio Bodhiruci. Hay que decir que las citas que hace Shantideva en Compendio de los entrenamientos, en muchas ocasiones no son fieles a los sutras, de forma literal.
[5] Arya triskandha nama Mahayana Sutra. Trad. al castellano de Upasaka Losang Gyatso, Sutra de los tres montones.
[6] Enemistad, y resentimiento.
[7] Vastusamgrahani.
[8] Vinayasamgrahani.
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