2.3. Las secciones de esta explicación.
Tiene siete partes, desde
“difícil” a “purificada.”
2.3.1. La moralidad ética que es difícil de llevar a
cabo.
Esto tiene tres puntos.
2.3.1.1. Desde
poseer las grandes posesiones, hasta mantener la soberanía de un gobernante, él
renuncia a ello, y toma el voto.
Las grandes posesiones son
cuatro: (1) aquellas poseídas físicamente por la persona que las disfruta; (2) aquellas
que le hacen más querido y agradable para los amigos y relaciones con quienes
las disfruta; (3) aquellas que resultan en un gran número de sirvientes y
similar; (4) aquellas que resultan en posesiones más grandes, como la comida.
Aunque realmente hay cinco al sumar la forma de ganarse la vida grande a la
lista de posesiones. El gran gobernante es alguien que ejerce la soberanía
sobre otros según su deseo, por medio de órdenes para que hagan lo que él
desea. Algunos comentadores prefieren analizar “soberanía” y “riqueza” por
separado.
2.3.1.2. La
segunda dificultad es tener problemas. El no permite que se debilite en lo más
mínimo el voto de mantener la moralidad ética incluso a costa de su vida, ¿Qué
decir entonces de permitirlo desaparecer?
2.3.1.3. Una
vez tomado el voto, no puede surgir el menor error que suponga la falta más
leve en la moralidad ética mientras dure su vida, porque él posee los cinco
aspectos de la vigilancia y mantiene una profunda atención mental en sus
movimientos y en su práctica meditativa. ¿Cuánto menos cometerá las graves?
Los otros comentarios
sugieren que lo primero se refiere al voto como difícil de tomar; lo del medio,
a la dificultad de guardarlo; y lo último, como la dificultad de completarlo.
Pero la interpretación de Gunaprabha es que el voto es difícil de tomar y de
guardar, y que los dos últimos se refieren a la dificultad para guardarlos. Es
preferible su interpretación puesto que guardarlo evitando que se debilite,
incluso a costa de la propia vida, es una dificultad para mantenerlo cuando se
están afrontando condiciones adversas; mientras que mantenerlo de ser manchado
por la falta más leve mientras uno viva, es una dificultad para guardarlo en
vista de las bases de entrenamiento, más los factores temporales ordinarios.
Si en el presente no eres
capaz de entrenarte de estas tres formas, entonces hazlas un objeto de
resolución, y prepara tu mente para hacerlo así, y se producirá en otra vida.
2.3.2. La moralidad ética dirigida universalmente.
Tiene cuatro puntos: la
moralidad que es aceptada, la moralidad natural, la que ha sido practicada
repetidamente, y la que está acompañada de los medios.
2.3.2.1. La moralidad que es aceptada.
Con respecto a esto, la moralidad que es
aceptada son las tres clases de aceptación de las tres clases moralidad ética,
la moralidad que es la observancia de la moralidad ética, la que es acumulación
de raíces de virtud, y la que es actuar para el bienestar de los seres.
2.3.2.2. La moralidad natural.
La moralidad natural es la forma de
moralidad que posee un bodhisatva que pertenece al linaje, y que realiza
acciones puras con cuerpo, habla, y mente debido a la bondad natural de su
continuo mental por cuanto ha sido estimulado, y contiene los signos de las
perfecciones, independiente de cualquier pensamiento, formación kármica, o
aspiración.
2.3.2.3. La moralidad que ha sido practicada
repetidamente.
La moralidad ética que ha
sido practicada repetidamente representa el progreso continuado desde un pasado
lejano. A través de la fuerza de las causas anteriores, por haber estado
acostumbrado a la práctica de las tres clases de moralidad ética en el pasado,
a él no le gusta ningún tipo de mal comportamiento, mientras que su mente se
deleita en la conducta virtuosa, y desea involucrarse en la acumulación de
virtud.
2.3.2.4. La moralidad que está acompañada por los
medios.
La moralidad ética que está acompañada
por los medios es la conducta del bodhisatva que confía en las cuatro formas de
atraer seguidores, llevando de este modo a los seres a practicar la virtud con
cuerpo y habla.
Las cuatro formas de reunir
seguidores son: (1) la generosidad que atrae con bienes materiales; (2) las
palabras amables de consejo que convencen de lo que ha de ser adoptado y
rechazado; (3) las acciones bienintencionadas, que los induce a poner en
práctica el significado de las palabras; y (4) el comportamiento consistente
con el significado, de forma que tu practicas lo que ha sido presentado a otros
para la práctica.
Esto funciona como la puerta
de entrada a toda la moralidad ética, y es por tanto una puerta universal a la
moralidad ética.
2.3.3. La moralidad ética de un verdadero ser
espiritual.
Tiene cinco puntos: (1) está dotado con
la moralidad ética; (2) hace que otros que permanecen alejados adopten la
moralidad ética; (3) aplaca la enemistad de aquellos contrarios a la moralidad
ética, cantando sus alabanzas; (4) está contento de ver a los seguidores
ejemplares del Dharma, y no siente envidia de ellos; (5) el trata cada falta
que aparece de acuerdo al Dharma.
Estos son los comportamientos
en la moralidad ética de la persona verdaderamente espiritual porque previenen
el daño a los demás, y porque está asociada con las acciones de una persona
verdaderamente espiritual que consiguen todo el bienestar. El primero y el
último consiguen el bienestar de uno mismo, las otras tres consiguen el
bienestar de otros.
2.3.4. La moralidad de todos los modos.
Tiene trece puntos, seis
modos más siete modos.
2.3.4.1. Los seis modos.
La moralidad ética del bodhisatva (1) es
extensa porque completa el fundamento para la adquisición de las amplias
bases de entrenamiento, y porque completa la fructificación con la dedicación a
la insuperable, completa, y perfecta Iluminación. (2) Es irreprochable,
porque está libre de un bienestar contaminado puesto que evita la indulgencia
extrema en los deseos sensoriales; (3) es una base para el deleite, pues
está libre del sufrimiento sin sentido; (4) es permanente, para evitar
cualquier interferencia en el entrenamiento que ha emprendido, y para
practicarlo mientras uno viva; (5) es firme, pues nunca es vencido o
apartado por las tres direcciones negativas: por la ganancia y respeto, porque
no les presta atención; por los falsos maestros, debido a su firme convicción
en su propio sendero; y por las aflicciones raíz y las secundarias, debido a su
resistencia para frenar lo que ha de ser rechazado.
Los comentarios interpretan
esto como no ser vencido por los falsos maestros porque ha abjurado su propio
entrenamiento para vivir como un no budista, y ya no mantiene el voto. Esto no
tiene sentido, pues ya ha sido cubierto por “no abjurar el voto.”
(6) Está adornado con la ética: los
diecisiete ornamentos de la persona religiosa que aparecen en Niveles del
Oyente[1].
Niveles del Oyente da este resumen contraído:
Lleno
de fe, no pretencioso, rara vez enfermo,
Esforzado,
sabio, poco imponente,
Contentado,
alimentado fácilmente y saciado,
Austero,
atractivo, templado,
Con
el carácter de un hombre santo
Y
los signos del instruido,
Tolerante,
tierno, y abierto.
2.3.4.2. Los siete modos.
Es también (1) una moralidad ética de
cesación, pues abandona el mal comportamiento, como matar, porque no debe
de ser hecho en absoluto; (2) la moralidad ética como práctica, pues se
entrena en la reunión de raíces de virtud y en conseguir el bienestar de los
seres, ya que es algo que ha de ser hecho; (3) es una moralidad ética
de preservación, ya que salvaguarda la moralidad de cesación y la moralidad
como práctica.
Estas tres son secciones de
la naturaleza esencial de la moralidad ética. (4) la moralidad ética
que trae la maduración de las marcas de un gran hombre, para dirigirse
hacia la consecución de las características que han de ser logradas en los
niveles adecuados. (5) La moralidad ética que trae la maduración de la
concentración superior, por medio de alcanzar las muchas
concentraciones del bodhisatva; (6) la moralidad ética que trae la
maduración de los estados de migración deseables, consiguiendo cuerpos como
dioses y humanos; (7) la moralidad ética que trae el bienestar de los
seres, consiguiendo una fructificación que es beneficiosa para los seres.
Estas cuatro últimas son
secciones de la fructificación de la moralidad ética. El Maestro Gunaprabha
explica que la primera de estas cuatro constituye la moralidad ética de la
reunión de raíces de virtud, las dos del medio constituyen la moralidad ética
del voto, y la última constituye la moralidad ética que logra el bienestar de
los seres. El también propone que el grupo de seis modos representa la posesión
de todas y cada una de las buenas cualidades, mientras que los siete modos
representan secciones de la naturaleza esencial y de la fructificación de la
moralidad ética.
2.3.5. La moralidad ética que está relacionada con los
afligidos y lo que ellos quieren.
Debería de entenderse como teniendo ocho
puntos. El reflexiona de la siguiente manera: “Yo soy alguien que no quiere que
le quiten su vida, y todo lo demás; esas ocho cosas. Yo quiero lo opuesto a
estas ocho cosas. Si alguien me infringiera esas ocho cosas, yo estaría
afligido por esa acción de matar y el resto; para mí todo eso sería desagradable.
Los demás seres son iguales a mí al respecto.” Tras haber investigado el asunto
así, el no cometerá esas ocho cosas no queridas para los demás, incluso a costa
de su propia vida. Las ocho cosas que no son queridas son: matar, robar, la
conducta sexual impropia, mentir, calumniar, insultar, la charla sin sentido, y
un conjunto de tres contactos desagradables: ser golpeado y herido por la mano,
por un terrón de tierra, y por un látigo.
Las ocho cosas queridas son
sus contrarios: una vida larga, grandes posesiones, una esposa fiel,
honestidad, seguidores sinceros, sonidos agradables, conversación
significativa, y contactos agradables.
Por tanto, la moralidad ética
que aparta a uno de las ocho cosas no deseadas por ser aflicción, y que sus
ocho contrarias, las cuales son queridas, es llamada la moralidad ética
relacionada con los afligidos y lo que ellos quieren.
2.3.6. La moralidad ética que trae felicidad aquí y en
el siguiente mundo.
Tiene nueve puntos, los cuales están
divididos en cuatro, más otros cinco.
2.3.6.1. La moralidad ética en cuatro.
Aquí un bodhisatva (1) prohíbe a los
seres actividades que deberían de ser prohibidas y que son base de sufrimiento
para ellos; (2) el incita a los seres a actividades que debieran de ser
estimuladas, y que son base para su bienestar; (3) el atrae al Dharma a
aquellos seres dignos de ser atraídos de forma que progresen en las cosas que
han de ser adoptas y abandonadas; (4) el refrena a los seres que debieran de
ser refrenados cuando están actuando equivocadamente con respecto a lo que ha
de ser adoptado y abandonado. Con respecto a estas cuatro, sus acciones de
cuerpo y palabra son perfectamente puras.
2.3.6.2. La moralidad ética en cinco.
Hay cinco formas más de moralidad ética:
(1) la moralidad ética acompañada de la generosidad; (2) la moralidad ética
acompañada del esfuerzo entusiasta; (3) la moralidad ética acompañada de la
paciencia; (4) la moralidad ética acompañada de la concentración; y (5) la
moralidad ética acompañada de sabiduría.
Por cuanto resultan en el bienestar del
propio bodhisatva y en el de los otros seres ahora y en el futuro, son llamadas
“la moralidad ética que trae la felicidad aquí y en el siguiente mundo.”
Lo siguiente representa la
interpretación de Jinaputra y otros. La generosidad resulta en tener grandes
posesiones en el futuro. La paciencia funciona como base para el bienestar para
uno y los demás, ahora y en el futuro, y tendrá como resultado en el futuro
estar dotado con séquito. El esfuerzo entusiasta trae la no contaminación por
lo no virtuoso en el presente, y una gran energía en el futuro. La
concentración en el presente resulta en bienestar, y en el futuro en nacer como
un dios purificado. La sabiduría constituye la instrucción en el presente, y en
el futuro se convierte en sabiduría excelsa.
2.3.7. La moralidad ética pura.
Debería de ser entendida como poseyendo
diez puntos. (1) Al mismo comienzo, la moralidad ética es emprendida con el
deseo de tomar el sendero de la vida espiritual, y con la intención de alcanzar
la suprema iluminación, y no para evitar ser reclutado por el gobierno y cosas
similares, ni para obtener una forma de ganarse la vida; (2) no hay excesivo
desánimo, tras haber transgredido un precepto de las bases de entrenamiento,
uno está libre de remordimiento débil, y del remordimiento injustificado.
En el caso de desánimo
excesivo, hay remordimiento leve; él está libre de eso, y posee un
“remordimiento grande.” Así, en Niveles
del Oyente, dice: “¿Qué es el desánimo excesivo? Es alguien desvergonzado,
con poco remordimiento, negligente y pasivo con respecto a las bases de
entrenamiento.” Por tanto, en el texto, al estar “libre de remordimiento
débil,” debería de ser considerado como poseyendo un remordimiento grande. Si
significara que uno está libre incluso del remordimiento débil, entonces la
afirmación “no hay excesivo desánimo” estaría distorsionado, porque uno estaría
completamente libre de remordimiento.
(3)Está libre de exageración: exceder
los límites, haciendo más de lo que ha prescrito el Maestro, puede causar
remordimiento; el está libre de eso. (4) Está libre de pereza, no siendo
excesivamente proclive al sueño, estar tumbado sobre un lado, y quedarse en la
cama, sino que día y noche persevera en dirección a lo virtuoso; (5) está sostenida
por la atención mental, confiando en las cinco ramas de la atención mental que
fueron explicadas antes; (6) es aspiración correcta, porque está libre del
deseo por obtener ganancia y respeto, y no consintiendo en mantener el celibato
para obtener en el futuro el estatus de un dios; (7) está sostenida por una
conducta excelente, una conducta que es excelente y ejemplar, porque es
consistente con el mundo y con el código disciplinario con respecto al
comportamiento, como cuando está andando o de pie; con respecto a los deberes
fortuitos, tales como vestir hábitos monásticos; y con respecto a las
actividades virtuosas, tales como la recitación; (8) está sostenida por un modo
de vida excelente, evitando todas las faltas de las cinco formas incorrectas de
ganarse la vida, comenzando con la hipocresía; (9) está evitando los dos
extremos: el de la excesiva indulgencia en los placeres de los sentidos,
anhelando hábitos monásticos, limosnas, alojamiento y similares, que hace que
uno no vea las desventajas de solicitarlo de otros por medios justos o
viciados; y el extremo del exagerado ascetismo, mortificándose entre espinas,
en el polvo y demás, sumergiéndose tres veces dentro del fuego y agua, y otras
prácticas de ascetismo extremo; (10) es conducente a la liberación, evitando
las visiones de los no budistas; es inquebrantable en la moralidad ética del
bodhisatva, no permitiendo que se debilite de ningún modo por medio de exceder
los límites prescritos por no hacer caso a las directrices del entrenamiento,
ni permitiendo que desaparezca por cometer una transgresión fundamental.
Por tanto, nosotros vemos que
la enseñanza resumen menciona diez, pero que cuando se trata, aparecen once.
Jinaputra dice: “El antídoto para ambas faltas es corregirlas acomodándolas
bien a lo que ha sido prescrito,” combinando en uno los antídotos para ambas
faltas: la falta del excesivo desánimo que deja de aplicarse en el
entrenamiento, y la falta de la exageración que sigue entrenamientos que no han
sido prescritos. Claramente, el combina estos dos puntos-el no excesivo
desánimo, y el estar libre de exageración- en uno. Gunaprabha también combina
estos dos en uno, diciendo: “Hay dos faltas de actitud. A la hora de tomar el
voto, está la falta de compromiso; y a la hora de guardarlo, están los
excesivos desánimo y exageración.” Samudra da como número once, a un resumen
como conclusión a los diez que fueron enseñados antes. Ninguna de estas es
defendible. Asanga, el gran maestro, dice en Niveles del oyente, en el contexto de las diez faltas que son el
reverso de las diez purificaciones: “Atrapado por la falta de cuidado y la
indolencia,” combinando así estas dos en una. Por ello en este texto
“cuidadoso” y” libre de indolencia” parecen estar combinados en uno. Así,
tenemos: en primer lugar, la forma incorrecta de tomarlo, el excesivo desánimo,
la exageración, estar atrapado en la falta de cuidado y la indolencia, la
resolución errónea, tener un estilo de vida desafortunado, tener un modo de
vida desafortunado, caer en los dos extremos, caer en lo que no conduce a la
liberación, y fallar en la obligación. Si no existen todos estos, lo que se da es lo
que es llamado la moralidad ética purificada.
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